MADRID, 13 Jun. (CHANCE) -
El pasado jueves la Infanta Elena presidía una mesa de cuestación de Cáritas por el "Día de la Caridad", cuyo objetivo era recaudar fondos para los ciudadanos su labor en favor de los más desfavorecidos, pero no se trataba de un acto más para la duquesa de Lugo sino de uno muy especial, ya que era el último que acudía como miembro de la Familia Real.
LA INFANTA PASARA A TENER EL MISMO ESTATUS QUE HOY OSTENTAN SUS TIAS LAS INFANTAS PILAR Y MARGARITA
Tras la abdicación de su padre Don Juan Carlos el próximo 18 de junio y la posterior proclamación de su hermano como Felipe VI al día siguiente, la infanta Elena tendrá un nuevo estatus dentro de la Casa Real. Será el mismo que ostentan hoy en día sus tías las infantas Pilar y Margarita, que son simplemente familia del Rey.
LA INFANTA LLEVA TIEMPOR PREPARANDOSE PARA ESTE MOMENTO. DE HECHO YA FUE RELEGADA DE LA TRIBUNA DE INVITADOS EN OCTUBRE DE 2012
La Infanta Elena viene preparándose para este momento desde hace tiempo, sabía que era inevitable, que un día tenía que llegar. La duda era saber cuándo. Sin embargo ha tenido tiempo para hacerse a la idea de que su posición iba a cambiar cuando en octubre de 2012 fue relegada a la tribuna de invitados en el desfile con motivo del día de la Fiesta Nacional, ese día comentó "este momento tenía que llegar".
DESDE QUE LOS DUQUES DE PALMA FUERON RELEGADOS DE LA AGENDA OFICIAL, SU PRESENCIA EVIDENCIABA AUN MAS EL 'CASTIGO" A LA INFANTA CRISTINA
Un año antes la Familia Real al completo presidía el desfile desde la tribuna principal. Allí estaban también Iñaki Urdangarín y la infanta Cristina en el que fue su último acto como miembros de la Familia Real, poco después Casa Real anunciaba que el duque de Palma quedaba fuera de la agenda oficial y que el futuro de la Infanta Cristina "ya se vería".
Desde entonces la aparición de la Infanta Elena fue disminuyendo, ya que su presencia evidenciaba más aún que la duquesa de Palma estaba "castigada", así que la hija mayor de los Reyes fue asimilando poco a poco que su futuro inmediato estaba en un segundo plano.
Educada en no dejar traslucir sus sentimientos, Doña Elena llegó al acto muy sonriente luciendo un original peinado mezcla de moño y trenza y una original chaqueta blanca y negra de rayas horizontales. Amable y sonriente con todo el mundo presidió la mesa durante buena parte de la mañana. Cuando se marchó supo que su vida había cambiado.
Una semana antes de la proclamación de Felipe VI como Rey, la infanta Elena acudía a su último acto como miembro de la Familia Real. La duquesa de Lugo presidía una mesa de cuestación de Cáritas por el "Día de la Caridad" y lo hacía sonriente, sin dejar traslucir sus sentimientos.
