MADRID, 16 Abr. (CHANCE) -
El cuidado de la piel es esencial tanto en hombres como mujeres, en adultos y en niños pero lo que sin duda es un paso fundamental es la constante hidratación de la piel de un recién nacido, tanto para su bienestar físico como emocional.
Numeroso estudios clínicos avalan que el masaje tiene efectos muy positivos para el bebé. Es fundamental administrar un masaje diario, acariciar con ternura su suave piel y vivir con él un momento lleno de afecto y ternura, donde cada caricia es un te quiero.
Además de proporcionar efectos positivos para la salud física y emocional, los masajes ayudan hacer la digestión, aliviar cólicos, gases y estreñimiento, dormirá más profundamente y durante más tiempo, mejorará el desarrollo de su tono muscular, coordinación y flexibilidad. Aplica un aceite o una crema, su suave textura hace que las manos se deslicen mejor sobre la piel del bebé reduciendo la fricción y consiguiendo que los movimientos sean más suaves y delicados.
Para conseguir un mejor resultado se aconseja que se aplique sobre la piel húmeda, proporcionando una hidratación 10 veces mayor a la de otras lociones y cremas, y crea una película protectora que protege a la piel de las agresiones externas como el aire o la humedad.
CONSEJOS PARA UN MASAJE
1. El masaje debe darse a una hora en la que el bebé esté receptivo, no tenga hambre ni esté irritable. Hay que asegurarse de disponer de 15 minutos y que la habitación tenga un ambiente tranquilo y relajado. Y si tienes la oportunidad de poner música no lo dudes.
2. Es adecuado realizar el masaje después del baño y si no le has bañado también te invitamos a que lo hagas.
3. Tumbar al pequeño en una superficie suave y aplicar una generosa cantidad de aceite. Para reducir la fricción de las manos sobre la delicada piel del bebé, es conveniente usar una cantidad de aceite que sea suficiente como para que las manos se deslicen suavemente por el cuerpo del bebé.
4. Empezar con toques ligeros para, posteriormente, ir incrementando la presión a media que se coge confianza y el bebé se acostumbra a recibir el masaje.
5. Para ayudar a que se relaje aún más, es importante centrar la atención en una zona del cuerpo del bebé y enseñarle cómo relajarla. Esto puede repetirse posteriormente con las demás partes del cuerpo. Así se ayuda a que el pequeño centre la atención en su propio cuerpo y, más adelante, pueda relajarse por sí solo.
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