Desde el azul más pálido y suave pasando por el turquesa y hasta el marino, la primavera es un buen momento para decorar tu casa con un color tan fresco y relajante como es el color del cielo. Los ambientes llenos de luz se tornan más serenos gracias a complementos de este tono.
Desde siempre el azul ha representado la paz, la calma y la tranquilidad, transmite una profunda sensación de sosiego a la vez que es un color alegre y bonito para contemplar. Para obtener una atmósfera natural la decoración en azul será todo un acierto.
Cómo combinarlo
Los detalles en azul combinados con muebles de fibras, maderas claras, y mobiliario de mimbre o ratán recrean atmósferas envolventes y que evocan naturalidad. El azul coordinado con blanco, beige y tonalidades neutras o colores suaves es la mejor apuesta porque la luz llega a los tonos claros reflejándose todavía más y potenciando la luminosidad.
Las paredes pintadas en este tono muy claro, son ideales para los dormitorios, sobre todo los infantiles, el agradable color invita al descanso y favorece la relajación y la facilidad para conciliar el sueño. El azul es sin duda un color que derrocha tranquilidad y mantiene las buenas vibraciones en el ambiente.
También puedes utilizar este color para cubrir la pared de habitaciones como el despacho o el cuarto de trabajo, habitaciones en definitiva en las que se requiera concentración, pero que a la vez deben huir del estrés y los agobios.
Ropa para la casa
La ropa para la casa también puede envolverse de este color es por eso muy común ver cantidad de pijamas y camisones en esta gama cromática, el azul es infalible para el descanso y para armonizar todos los sentidos.
Las tonalidades del cielo y el mar son un aliado infalible para vestir la cama y hacerla un lugar todavía con más encanto. Sábanas, almohadones y colchas bien en liso o con estampados ya sean de rayas cuadros o topos serán todo un reclamo para la vista y trasmitirán un frescor y un sosiego desbordantes.
Si no quieres caer en el error de recargar el cuarto puedes destinar los estampados más vistosos para los pequeños detalles. También puedes hacerte con cojines reversibles, son muy útiles porque alternan por una cara unos motivos diferentes a los de la otra, así podrás variar la decoración cuando te canses de ver siempre lo mismo.
Si prefieres dejar las paredes en blanco o en cualquier otro color neutro prueba a introducir el azul en la habitación de la mano de cortinas o estores, añadirán esa nota azul a la estancia y combinarán muy bien con la ausencia de color de la pared. También puedes probar sólo con el visillo, en el caso de que las cortinas sean también en tonos neutros.
Mesa marinera
Si prefieres evocar los colores del mar en la mesa también será una magnífica idea, decórala con manteles blancos que lleven rayas azules o los que sean completamente de este color. Como originalidad puedes distribuir por la mesa conchas, caracolas y otros objetos del mar que pueden servir para amenizar y romper el formalismo en la mesa.
Otro recurso que contribuirá a personalizar la mesa es combinar cristalerías en dos gamas de diferentes azules, unas marinas y otras más pálidas. Reservar las notas de color más intenso para las copas puede ser una opción muy divertida, sobre todo para estaciones como la primavera y el verano.
Las velas en este color, en toda la variedad de su gama y perfumadas con aromas como los del pacífico servirán para sumergir la estancia en un ambiente agradable y que evoque el olor del mar.
