Estirar el sueldo antes de las vacaciones

Actualizado: jueves, 25 junio 2009 12:45

A estas alturas del año, con la declaración de la Renta todavía pendiente, y con las vacaciones de verano a la vuelta de la esquina, hacer las cuentas del hogar resulta una tarea complicada que en muchos casos nunca cuadra. Puede, además, que durante los últimos meses los gastos hayan sido mayores de lo previsto y que incluso la hucha con la que tanta ilusión comenzamos el año no contenga la cantidad que habíamos deseado y, en la mayor parte de las veces, soñado. Así las cosas y a menos de un mes de las vacaciones, ¿cómo disfrutar sin agobios económicos de los días estivales que tanto merecemos?, ¿de dónde sacamos cuando se supone que ya no podemos rascarnos más los bolsillos? Es una labor difícil, pero no imposible y, según los expertos, todavía estamos a tiempo para poder ahorrar si se siguen a conciencia algunos consejos.

Lista de gastosLo básico y fundamental es confeccionar una lista de gastos y en cuya elaboración sería muy recomendable que participaran todos los miembros de la familia, de tal modo que todos podrán tomar conciencia para ayudar en el propósito del ahorro. En la lista se incluirá un primer apartado con los pagos prioritarios o los pagos que son fijos de cada mes, como el de la renta o hipoteca de la casa, la alimentación, la educación de los hijos o la factura de la luz, entre otros, y que son los aspectos en los que invertimos la mayor parte de nuestros ingresos. Pero aún así, en algunos de estos casos y, aunque parezca imposible, siempre se pueden reducir gastos cuyos ahorros, sin duda, podremos destinar a las próximas vacaciones.

Las facturas de electricidad, el agua, teléfono o similares, son un ejemplo para tener en cuenta. Y es que no se debe olvidar que, sin perjuicio de su uso, existen una serie de trucos para reducir el consumo de energías, así como la posibilidad de corregir conductas entre los miembros de la familia para prestar más atención en el ahorro.

En este sentido, todos deben poner en práctica algunas de las tareas más sencillas: apagar luces (y ahora mucho más, cuando el horario de luz solar es muy amplio), recortar los tiempos de conversación en las llamadas telefónicas innecesarias, cerrar grifos, regular el aire acondicionado o apagar el ordenador o televisor si no se utilizan, comportamientos que se verán recompensados, sin duda, en la próxima factura.

Sin embargo, no hay que olvidar que se busca un ahorro urgente y que en vez de céntimos se necesitan euros, euros a corto plazo. Entonces, el apartado de alimentación de esta lista puede facilitar el aumento del ahorro. Y es que, según los expertos, no se trata de recortar la comida pero sí de saber el tipo de alimentación que se compra y en dónde. Así, por ejemplo, es bien sabido que por el mismo producto, hay distintos precios en distintas tiendas, restaurantes o supermercados y que con un mínimo de organización en este apartado, aquí los gastos pueden reducirse sobremanera. No tiene por qué ser mamá quien se encargue de la elección: entre todos se elaboran los próximos menús, se descartan los ingredientes y añadidos innecesarios a la dieta y se deciden los lugares de compra. Así todos participan y todos ahorran.

Necesidad o gusto Por otro lado, es preciso incluir los gastos que provocan otras necesidades que, sin embargo, dependen más de los gustos y deseos de cada uno. Y es en este apartado donde el esfuerzo para el ahorro debe ser todavía mayor, puesto que debemos aprender a diferenciar, precisamente, las necesidades reales de los deseos. En este caso puede usarse como ejemplo el vestuario. En los próximos días, lo más importante es organizar bien el armario y determinar con exactitud las prendas o calzado necesarios para la familia en la época estival, ni más ni menos, porque en esta ocasión, no hay que olvidar, el plan es disfrutar de las vacaciones, no cambiar de vestuario. Y aquí hay que tener mucho cuidado para enfrentarse a las rebajas y ofertas, que por estas épocas siempre estarán acechando. El criterio, hay que recordar, es comprar lo necesario. Pero a este consejo puede añadirse un ejemplo igualmente ilustrativo: ¿amamos más porque gastamos más? Pues si la respuesta es negativa, siempre se podrá tener un bonito y original detalle realizado por uno mismo en vez de tener que volver a tener que tirar del bolsillo.

Según los expertos, cualquiera puede aprender a ser un buen ahorrador, de tal modo que teniendo en cuenta los mínimos consejos, se podrá sacar partido incluso a las vacaciones y así empezar con la hucha medio llena para el invierno.