Pérdida inesperada del trabajo ¿qué hacer?

¡No perdamos la esperanza1
EP
Actualizado: jueves, 24 septiembre 2009 14:13

Un trabajo que parece seguro un día, puede ser que el próximo desaparezca, dejándonos sin ingresos a menos que estuviéramos preparados antes de que esto ocurriera. Desde sorprendidos hasta enojados, pueden ser algunas de las emociones que el ser humano experimenta ante la pérdida súbita del trabajo.

Buscar soluciones inmediatas

Encontrarnos repentinamente sin trabajo puede ser muy traumático. La manera en la que respondamos al recibir la noticia, afecta a nuestra relación con el futuro ex-jefe, por lo que hay que tratar de tener control sobre nosotros mismos, sobre todo de cara a la firma de la liquidación, de manera que podamos obtener beneficios antes de irnos de la empresa.

Estar desempleado puede ser muy solitario, pero hay que evitarlo manteniéndose en contacto con los familiares y amigos más cercanos. No hay que ocultarles lo ocurrido, hay que explicarles la situación y que hay que empezar a controlar los gastos. Lo primero de todo es averiguar cuanto dinero tenemos disponible. Posteriormente, hay que determinar cuáles son las facturas mensuales, lo que nos permitirá conocer cuántos ingresos mensuales necesitaremos para mantener nuestro estilo de vida actual. No sabemos cuánto tiempo estaremos sin trabajo, por lo que es buen ser prudente con los gastos.

Mientras el dinero sea necesario, hay que tender a buscar maneras de ahorrar y recortar gastos. Por ejemplo, llevando un registro exacto de todos los gastos y comenzando a ver dónde se pueden hacer recortes. Otras formas sencillas de ahorrar serían mediante actos como reducir la temperatura del agua caliente, utilizar el lavavajillas o la lavadora en horas de bajo consumo o poner cuidado con las luces encendidas.

Los seguros de desempleo

Teniendo en cuenta que actualmente el paro afecta al menos a dos millones de españoles, no está de más adelantarse a cuestiones como la de la pérdida de trabajo mediante seguros de protección de gastos. Mediante estos se abona al titular una cantidad equivalente a la cuota mensual de la hipoteca o el préstamo personal. Esta modalidad aseguradora tiene como destinatarios clientes sensibles a la seguridad y con responsabilidades familiares o con personas a cargo. La cuota máxima que cubre este seguro oscila entre 1.000 y 1.500 euros mensuales, dependiendo de la entidad emisora.

Los requisitos exigidos son ser menos de 60 años, estar contratado o dado de alta como autónomo y presentar un certificado de salud. Los seguros más aconsejable son los que tienen a los desempleados como únicos destinatarios, aunque no son muchas las pólizas de este tipo que se pueden encontrar en el mercado asegurador.

Por otro lado, otra alternativa inmediata, es encontrar un nuevo trabajo. Este período de transición puede ser un momento ideal para nuevos hallazgos, donde se abran nuevas puertas que quizás definan una nueva trayectoria profesional.