Las plantas del otoño

Florecillas.
EP
Actualizado: jueves, 16 septiembre 2010 13:03

La llegada del otoño no significa que tu jardín deba convertirse en un páramo de tierra arrasada. Para poder disfrutar un jardín florido durante todo el año, debes plantar perennes en zonas clave.

En otoño podemos optar por perennes de flores o de follaje con vivos matices. Por ejemplo, son muy comunes para esta época del año las bulbosas, como las fresias, los tulipanes o los claveles, así como el ciclamen enano y la vara dorada. También el follaje puede contribuir significativamente a dar color al jardín. Las hojas de ciertas plantas perennes herbáceas aportan tonos muy interesantes al jardín durante el período otoñal. Tu jardín se vestirá con brillantes tonos púrpura, amarillos y rojos.

Sin embargo, los expertos jardineros suelen utilizar gramíneas ornamentales, que combinan a la perfección con otras especies como los arbustos y las flores. Se suelen utilizar en macetas colocadas en lugares más bien soleados o en los bordes de los caminos, aportando vitalidad al entorno. Además, este tipo de plantas necesitan cuidados mínimos, aunque necesitan ser podadas a finales del invierno a pocos centímetros del suelo. De este modo, cuando empiece la primavera, comenzarán a desarrollar un nuevo follaje muy vigoroso. Además, una de sus ventajas principales es que rara vez se ponen enfermas. Entre las variedades más comunes podemos encontrar el pennisetum y el miscanthus. Éste último, posee una altura mayor y presenta coloraciones de follaje diferentes. Además de su forma y follaje vistosos, muchas de esas gramíneas ornamentales posee cabezuelas de semillas que durarán hasta bien entrado el invierno.

Las flores del otoño

Hay varias plantas perennes que aguantan sus flores durante el otoño. Entre las más destacadas, podemos encontrar el azafrán de otoño, o el ciclamen enano, pero las que destacan sin ningún tipo de duda sobre el resto de especies son las fresias, los tulipanes, los claveles o los pensamientos.

El azafrán de otoño es una planta bulbosa enana que debe sembrarse en grandes grupos. Sus flores son dobles, finamente tubulares. Su color es cercano al lila rosado, y en ocasiones que puede necesitar soporte. Las hojas del azafrán de otoño aparecen en primavera. Hay que plantarlas a pleno sol, aunque se mantienen en perfectas condiciones en los inviernos de climas templados.

Por otra parte, el ciclamen enano se caracteriza por sus bellas hojas jaspeadas y lobuladas, así como por sus tallos delgados. Además, da flores rosadas o blancas, y se suele usar como cobertora al pie de los árboles. Al igual que el azafrán, es ideal para ser plantada en grupos.

Las fresias son plantas originarias de Sudáfrica, que presentan hacia finales del invierno gran cantidad de flores amarillas, rojas y violetas. Además son muy fragantes y sumamente decorativas. También se adaptan al cultivo en maceta y se mantienen perfectamente durante bastante tiempo una vez cortadas. Por esta razón resultan perfectas para realizar centros florales.

Para su cultivo necesitan estar plantadas a pleno sol, aunque una vez que las plantas ya han crecido y comienzan a dar flores, hay que trasladarlas a un lugar semisoleado para evitar que sufran daños. El suelo en el que se plantan debe estar bien drenado y abonado, ya que necesitan abundante materia orgánica. Debes regar las fresias durante los primeros días y durante la floración cada dos o tres días. Luego debes ir espaciando la frecuencia del riego, hasta que se seque el follaje, momento en el que dejarás de regar.

Por otra parte, los pensamientos son flores de exterior. Es una planta anual, es decir, su vida dura un año. Puedes encontrar en el mercado muchas variedades y colores. Todas ellas proceden de hibridaciones y mutaciones de una especie europea llamada Viola tricolor. Es una de las pocas plantas que tienen flores durante todo el invierno, dando una nota de color. Además son muy fáciles de cuidar y crecen muy rápido, aunque nunca sobrepasan los 25 centímetros de alto.

Para que los pensamientos se desarrollen bien, deben estar plantados en suelos ricos en nutrientes, procurando que siempre se mantenga húmeda. Necesitan estar plantadas a pleno sol, aunque aguantan a la perfección el frío del invierno. Su época de floración es amplia, ya que comienzan a dar flores desde principios del otoño hasta la llegada del verano. Entonces es cuando comienzan a marchitarse, y es mejor tirarlas. Sin embargo, si se marchitan antes de tiempo, todavía puedes salvarlas. Para ello, debes cortar el tallo lo más abajo posible y así florecerá más.

Necesitan ser abonadas con frecuencia, ya que los nutrientes de la primera plantación apenas durarán dos meses. Así que pasado ese tiempo, debes regar con abono para plantas de flor, siguiendo las indicaciones de cada fabricante. Además, debes tener cuidado porque suelen ser atacadas por plagas muy comunes como los pulgones, que se combaten con un insecticida casero, o el oídio. Cuando son atacadas por esta última, es mejor que tires la planta porque cuesta más el remedio que la planta en sí.

Por último, ten en cuenta, los tulipanes y los claveles. Los primeros se caracterizan por su flor acampanada, muy apreciada tanto por esta forma como por su colorido. Por otra parte, los claveles también se cultivan al aire libre, con infinidad de variedades y colores, que soportan muy bien el frío, la humedad y las heladas.