MADRID, 7 Ago. (OTR/PRESS) -
Este domingo desde las 22.25 horas, llega tercera entrega de 'Granjero busca esposa'. Después de meses de espera, de escribir y seleccionar cartas, de enfrentarse a la dura decisión de escoger quién les acompañará a sus fincas, cada granjero y sus dos chicas elegidas comienzan por fin a convivir. Las doce chicas que los granjeros escogieron en su primer encuentro ponen rumbo al campo.
Allí encontrarán comités de bienvenida, flores para añadir un toque de romanticismo a su llegada, aperitivos familiares y hasta el parto de una vaca. Las chicas tendrán el primer encuentro con familiares y amigos, pero también con el trabajo, los malos olores, los madrugones y los animales.
Antonio quiere que Guacimara y Raquel se integren rápidamente en su entorno cordobés. Las recibe con una fiesta de bienvenida en la que conocerán a toda la familia y luego pondrá a prueba sus habilidades granjeras participando en una olimpiada rural. Sin entrenamiento, la canaria y la madrileña se enfundarán la camiseta del equipo de Antonio para demostrar que las costumbres del campo no les resultan ajenas.
Inmaculada llega desde Málaga. Silvia desde Asturias. Poco tiene que ver el entorno de estas dos jóvenes urbanas con las 180 hectáreas de terreno que Priscilio posee. El albaceteño les dará una cálida bienvenida, pero no podrán recrearse mucho tiempo, alguien tiene que alimentar a las 1.600 cabras que Priscilio posee en Mahora. Ramón espera a Mónica y Cheli a su llegada a la estación de Lleida.
A pesar de la buena disposición de ambas mujeres, Ramón no oculta desde el comienzo quién es su ojito derecho. El calor, las moscas y algunos habitantes de la finca que no estaban invitados serán ingredientes habituales de esta experiencia granjera a las que las chicas comienzan a habituarse.
Aprender a montar a caballo es imprescindible para desenvolverse en L'Albagés. Safita y Silvia llegan a Barbadillo del Pez esperando que Julián las colme de atenciones. Pero ser alcalde y ganadero le roba muchas horas a nuestro granjero, horas que nuestras chicas esperaban que fueran de dedicación exclusiva para ellas. La soledad, la rivalidad y el aislamiento en un pequeño pueblo burgalés harán mella en la primera jornada de Silvia.
Alba y Marta llegarán cada una por su lado al pueblo de Sergio en Cantabria. Con 18 años y pocas salidas de Barcelona, el choque con el mundo rural será una verdadera prueba de fuego para Alba, que no esperaba que el campo oliera realmente* a campo. Marta no tendrá tiempo ni de instalarse. Antes de dejar su equipaje se encontrará asistiendo al parto de una vaca, porque los terneros no suelen anunciar su llegada. Con las dos, Sergio constatará que su elección no ha podido ser más dispar.
Amara es vallisoletana, María santanderina. Ambas esperan adaptarse al ritmo de vida cabrero de Pedro. Pero no siempre resulta fácil. Descubrirán que para comer cabrito primero hay que matarlo, compartirán habitación e incluso cama, pero lo que más les impactará es el peculiar sentido de la higiene que tiene el zamorano. Unas costumbres que se empeñarán en reformar.
