Justin Bieber ha querido darse una lección de cultura y ha reservado en exclusiva la Ciudad del Vaticano para ir a visitarla sin que nadie le moleste durante su recorrido. Un capricho que le ha costado 20,000 euros al cantante, pero que al parecer lo ha considerado una cifra razonable despues de que hace dos años confundiera el lugar con el nombre de la Capilla Sixtina. Sin embargo, su único entretenimiento ha sido jugar con un balón de fútbol dentro del Vaticano.