Imagen de ALMA del antiguo sistema estelar W43A - ALMA (ESO/NAOJ/NRAO), TAFOYA ET AL.
MADRID, 5 Mar. (EUROPA PRESS) -
El momento en que una estrella vieja comienza a alterar su entorno, expulsando chorros de gas que colisionan con el material circundante, ha sido capturada por el telescopio ALMA.
La edad del chorro observado se estima en menos de 60 años. Estas son características clave para comprender cómo se forman las formas complejas de las nebulosas planetarias.
Las estrellas parecidas al sol evolucionan a gigantes rojas hinchadas en la etapa final de sus vidas. Luego, la estrella expulsa gas para formar un remanente llamado nebulosa planetaria.
Hay una gran variedad en las formas de las nebulosas planetarias; algunas son esféricas, pero otras son bipolares o muestran estructuras complicadas. Los astrónomos están interesados en los orígenes de esta variedad, pero el espeso polvo y el gas expulsado por una vieja estrella oscurecen el sistema y dificultan la investigación del funcionamiento interno del proceso.
Para abordar este problema, un equipo de astrónomos dirigido por Daniel Tafoya en la Universidad Tecnológica de Chalmers, Suecia, apuntó ALMA a W43A, un antiguo sistema estelar en la constelación de Aquila, el Águila.
Gracias a la alta resolución de ALMA, el equipo obtuvo una vista muy detallada del espacio alrededor de W43A. "Las estructuras más notables son sus pequeños chorros bipolares", dice en un comunicado Tafoya, autor principal del artículo de investigación publicado por Astrophysical Journal Letters.
El equipo descubrió que la velocidad de los chorros es tan alta como 175 kilómetros por segundo, que es mucho más alta que las estimaciones anteriores. Con base en esta velocidad y el tamaño de los aviones, el equipo calculó que la edad de los chorros era menor que la vida humana.
"Teniendo en cuenta la juventud de los chorros en comparación con la vida útil general de una estrella, es seguro decir que estamos presenciando el 'momento exacto' en el que los chorros han comenzado a empujar a través del gas circundante", explica Tafoya. "Cuando los chorros tallan el material circundante en unos 60 años, una sola persona puede ver el progreso en su vida".
De hecho, la imagen de ALMA mapea claramente la distribución de nubes polvorientas arrastradas por los chorros, lo que es una evidencia reveladora de que está impactando en los alrededores.
El equipo supone que este arrastre es la clave para formar una nebulosa planetaria con forma bipolar. En su escenario, la estrella envejecida originalmente expulsa gas esféricamente y el núcleo de la estrella pierde su envoltura.
Si la estrella tiene un compañero, el gas del compañero se vierte en el núcleo de la estrella moribunda, y una porción de este nuevo gas forma los chorros. Por lo tanto, si la vieja estrella tiene o no una compañera es un factor importante para determinar la estructura de la nebulosa planetaria resultante.
