Nanotubos y electrones inspiran un nuevo modelo de búsqueda SETI

Búsqueda SETI
EPFL
Actualizado: miércoles, 3 octubre 2018 11:06

   MADRID, 3 Oct. (EUROPA PRESS) -

   Un nuevo modelo estadístico brinda a los investigadores una nueva herramienta en la búsqueda del tipo de señales que una sociedad extraterrestre podría emitir.

   El científico de la EPFL (Escuela Politécnica Federal de Lausana) Claudio Grimaldi, que trabaja en asociación con la Universidad de California en Berkeley, ha publicado en PNAS su trabajo, que también podría hacer que la búsqueda sea más barata y eficiente.

   La atrofísica inicialmente no era cosa de Grimaldi; Le interesaba más la física de la materia condensada. Trabajando en el Laboratorio de Física de la Materia Compleja de EPFL, su investigación incluyó el cálculo de las probabilidades de que los nanotubos de carbono intercambien electrones.

   Pero luego se preguntó: si los nanotubos fueran estrellas y los electrones fueran señales generadas por sociedades extraterrestres, ¿podríamos calcular la probabilidad de detectar esas señales con mayor precisión?

   Varios proyectos de investigación relacionados con la búsqueda de inteligencia extraterrestre (SETI) se han lanzado desde fines de la década de 1950, principalmente en los Estados Unidos. La idea es que una civilización avanzada en otro planeta podría estar generando señales electromagnéticas, y los científicos en la Tierra podrían captar esas señales utilizando los últimos radiotelescopios de alto rendimiento.

   A pesar de los considerables avances en radioastronomía y el aumento de la potencia informática desde entonces, ninguno de esos proyectos ha llevado a nada concreto. Algunas señales sin origen identificable han sido bien registradas, como la señal Wow! en 1977, pero ninguno de ellas se ha repetido o parece lo suficientemente creíble como para ser atribuible a la vida extraterrestre.

   Pero eso no significa que los científicos se hayan rendido. Por el contrario, SETI ha visto un renovado interés tras el descubrimiento de los muchos exoplanetas que orbitan los miles de millones de soles en nuestra galaxia. Los investigadores han diseñado nuevos instrumentos sofisticados, como el Square Kilometer Array, un radio telescopio gigante que se está construyendo en Sudáfrica y Australia con un área total de recolección de un kilómetro cuadrado, que podría allanar el camino hacia avances prometedores. Y el empresario ruso Yuri Milner impulsa un ambicioso programa llamado Breakthrough Listen, que pretende cubrir 10 veces más el cielo que las búsquedas anteriores y escanear una banda de frecuencias mucho más amplia. Milner pretende financiar su iniciativa con 100 millones de dólares en 10 años.

   "En realidad, expandir la búsqueda a estas magnitudes solo aumenta muy poco nuestras posibilidades de encontrar algo. Y si aún no detectamos ninguna señal, no necesariamente podemos concluir con mucha más certeza que no hay vida allá afuera", dice Grimaldi en un comunicado.

   Grimaldi dice que la ventaja de su modelo estadístico es que permite a los científicos interpretar tanto el éxito como el fracaso en la detección de señales a diferentes distancias de la Tierra. Su modelo emplea el teorema de Bayes para calcular la probabilidad restante de detectar una señal dentro de un radio determinado alrededor de nuestro planeta.

   Por ejemplo, incluso si no se detecta ninguna señal dentro de un radio de 1.000 años luz, todavía hay una probabilidad de más del 10% de que la Tierra esté dentro del rango de cientos de señales similares provenientes de otras partes de la galaxia, pero que nuestros radiotelescopios no son actualmente suficientemente para detectarlos. Sin embargo, esa probabilidad aumenta a casi el 100% si solo se detecta una señal dentro del radio de 1.000 años luz. En ese caso, podríamos estar casi seguros de que nuestra galaxia está llena de vida extraterrestre.

SOLO SE HA BUSCADO HASTA 40 AÑOS LUZ

   Después de tener en cuenta otros parámetros, como el tamaño de la galaxia y la cantidad de estrellas que tiene tan cerca, Grimaldi estima que la probabilidad de detectar una señal se vuelve muy pequeña solo en un radio de 40.000 años luz. En otras palabras, si no se detectan señales a esta distancia de la Tierra, podríamos concluir razonablemente que ninguna otra civilización en el mismo nivel de desarrollo tecnológico como la nuestra es detectable en la galaxia. Pero hasta ahora, los científicos han podido buscar señales dentro de un radio de "solo" 40 años luz.