La biodiversidad de las abejas aumenta el rendimiento de los cultivos

Abejas
Abejas / beatriz moisset/creative commons

MADRID, 9 May. (EUROPA PRESS) -

   Una investigación realizada por expertos de la Universidad Estatal de Carolina del Norte, en Estados Unidos, demuestra que los arándanos producen más semillas y frutos más grandes si son visitados por especies más diversas de abejas, permitiendo a los agricultores cosechar muchos más kilogramos de frutas por hectárea.

   "Queríamos comprender el papel funcional de la diversidad", relata uno de los autores de este estudio, la doctora Hannah Burrack, profesora asociada de Entomología en la Universidad de Carolina del Norte. "Y encontramos que hay un beneficio cuantificable por tener una gran cantidad de diferentes tipos de abejas que polinizan un cultivo", explica.

   Los científicos analizaron los arándanos en Carolina del Norte por ser un cultivo económicamente importante para el país y saber que depende de la polinización por los insectos. Dentro de los campos de arándanos, identificaron cinco grupos distintos de especies de abejas: abejas, abejorros, abejas del arándano del sudeste, abejas carpintero y una colección funcionalmente similar de especies que ellos denominaron pequeñas abejas nativas.

   Los investigadores hallaron que a partir de dos grupos de abejas, los agricultores registraron un impulso de 311 dólares en el valor del rendimiento por acre. Así, si dos especies de abejas polinizan un campo, sería de 311 dólares por acre, mientras si lo hacen tres grupos, sería de 622 dólares por acre y, así, sucesivamente. "Se calcula que el beneficio de cada grupo para los arándanos de Carolina del Norte en su conjunto es de aproximadamente 1,42 millones de dólares en el rendimiento de cada año", subraya Burrack.

   "Creemos que el beneficio se debe a diferencias en el comportamiento entre los grupos de abejas, en parte, dependiendo del clima -detalla el doctor David Tarpy, profesor asociado de Entomología en la Universidad de Carolina del Norte y coautor del artículo--. Por ejemplo, las abejas de arándanos del sudeste trabajan bien independientemente de las inclemencias del tiempo, mientras que las abejas sólo rinden al máximo en calma, los días cálidos y soleados".

   "Esto puede marcar una gran diferencia, ya que los arándanos florecen en marzo y abril en Carolina del Norte --recuerda Burrack--. Eso significa que el clima puede pasar de estupendo a horrible, como hemos visto este año". "Hemos demostrado que existe un beneficio financiero real asociado a la biodiversidad. El siguiente paso es encontrar la manera de fomentar esa diversidad en la práctica", concluye este experto.

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