El carbono retenido en la Amazonia protegida, vital para el clima mundial

Tribus amazónicas
Foto: SURVIVAL INTERNATIONAL
Actualizado: miércoles, 3 diciembre 2014 11:06

MADRID, 3 Dic. (EUROPA PRESS) -

   Un nuevo estudio revela la cantidad sin precedentes de carbono almacenado, dentro de una red de nueve naciones de los territorios indígenas amazónicos y las áreas naturales protegidas.

   El documento sugiere que la protección de la gran cantidad de carbono almacenado en la tierra de los bosques indígenas y protegidos, un total del 55 por ciento de la Amazonía, es fundamental para la estabilidad del clima mundial, así como la identidad cultural de los pueblos que habitan los bosques y la salud de los ecosistemas que habitan.

   "Vemos, por ejemplo, que los territorios de los pueblos indígenas de la Amazonia almacenan casi un tercio de carbono sobre el suelo de la región en poco menos de un tercio de la superficie", explica el científico de 'Woods Hole Research Center' (WHRC) Wayne Walker. "Eso es más carbono forestal del que figura en algunos de los países tropicales más ricos en carbono como Indonesia y la República Democrática del Congo", añade este experto.

   Sin embargo, los autores del texto, titulado 'Carbono Forestal en la Amazonía: los aportes no reconocidos de los territorios indígenas y áreas naturales protegidas', aceptado para su publicación en 'Carbon Management', también encuentran que casi el 20 por ciento de los bosques tropicales a través de la Amazonía están en riesgo por la tala legal e ilegal, la construcción de nuevas carreteras y presas y la expansión de la agricultura comercial, la minería y las industrias del petróleo, presiones que se ven agravadas en muchos países porque los gobiernos han fallado a la hora de reconocer o hacer cumplir los derechos de las tierras indígenas.

   "Nunca hemos estado bajo tanta presión, como lo demuestra este estudio", afirma Edwin Vásquez, coautor y presidente de la COICA, la Coordinadora Indígena de la Cuenca Amazónica, que representa a los grupos indígenas de la región. "Sin embargo, ahora tenemos evidencia de que donde hay derechos fuertes, hay bosques en pie. Y al saber que tenemos más de la mitad de carbono de la región en las tierras indígenas y protegidas, podemos decir a nuestros líderes que fortalezcan su papel y los derechos de los pueblos indígenas de los bosques", añade..

   El documento es el resultado de una nueva colaboración norte-sur entre científicos, redes indígenas y ONG de la Amazonía, y expertos en política ambiental que combinaron las mediciones por satélite de la densidad de carbono, datos de campo y registros de la frontera de los territorios indígenas y áreas protegidas. "Hasta hace poco, no habría sido posible un análisis de este alcance, sin embargo, la disponibilidad de datos espaciales consistentes y precisos a través de grandes áreas como la Amazonía ha marcado una enorme diferencia", dice el científico Alessandro Baccini, también de WHRC.

   El Amazonas está compuesta por 2.344 territorios indígenas y 610 áreas protegidas, distribuidas en nueve países y que son excepcionales en términos de diversidad biológica, cultural y lingüística. También se las considera la piedra angular de los esfuerzos de conservación del Amazonas, ya que sirven como barreras sociales y naturales al avance de la agricultura y los incendios forestales. En países como Brasil, con niveles históricamente altos de deforestación, los bosques indígenas y las áreas protegidas se consideran vitales para la lucha contra las emisiones de dióxido de carbono derivadas de la deforestación y la degradación forestal.

   "Esto significa que el reconocimiento internacional y la inversión en las zonas indígenas y protegidas son esenciales para asegurar su continua contribución a la estabilidad del clima global", reclama Richard Chase Smith, del Instituto del Bien Común de Perú. Smith también advierte que los conflictos sociales en el Perú y otros países amazónicos continuarán en aumento si los gobiernos no aseguran la pertenencia segura de la tierra para los pueblos indígenas.

   "Si se implementan realmente todos los planes actuales para el desarrollo económico de la Amazonía, la región se convertiría en una sabana gigante, con islas de bosque", señala Beto Ricardo, del Instituto Socioambiental (ISA) de Brasil. "Una gran proporción de los territorios indígenas y las áreas protegidas están cada vez más en riesgo, con consecuencias potencialmente desastrosas, incluyendo el 40% por ciento de los territorios indígenas, el 30 por ciento de las áreas protegidas, y el 24 por ciento de la superficie que pertenece a los dos", calcula.

   Al resumir las implicaciones de su estudio, los autores concluyen que en el corto plazo, mantener la estabilidad de la atmósfera, así como la gama de servicios ambientales y sociales de importancia mundial que proporcionan los bosques amazónicos, dependerá de si los gobiernos optan por adoptar políticas que garanticen la integridad ecológica de los territorios indígenas y las áreas protegidas. A su juicio, la continua destrucción de estos ecosistemas ricos en carbono disminuirá gradualmente su capacidad de funcionar adecuadamente, lo que resulta en un impacto perjudicial y potencialmente irreversible en el ambiente y el planeta.

@CIENCIAPLUS

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