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MADRID, 4 Jun. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Universidad de New Hampshire han observado que cuando la velocidad de la temperatura del aire en la Tierra cae durante un período significativo, la fenología también puede hacerlo.
A veces referido como el calendario de la naturaleza, la fenología analiza el ciclo de vida estacional de las plantas y los animales y es uno de los principales indicadores del cambio climático. Es la observancia de acontecimientos naturales como la primera formación de brotes y flores en la primavera y los colores cambiantes de las hojas en el otoño.
En un estudio, publicado en la revista Nature Communications, los investigadores se centraron en un período de 15 años en la primera parte de este siglo, cuando hubo una desaceleración temporal en el aumento de las temperaturas del aire en la Tierra. Continuó subiendo, pero más lentamente que en los años anteriores y posteriores. Los científicos descubrieron que durante ese período, la fenología permaneció relativamente constante de un año a otro, sin un aumento apreciable en la duración de las estaciones de crecimiento.
"Este descubrimiento fue una gran sorpresa para nosotros porque el clima de la Tierra está cambiando y afectando la duración de las estaciones", dice en un comunicado Jingfeng Xiao, profesor asociado de investigación en el Centro de Investigación de Sistemas de la Tierra de la Universidad de New Hampshire. "En las últimas décadas hemos experimentado temporadas de crecimiento más largas, con la llegada de la primavera más temprano y la caída más adelante, pero esta no fue la situación desde 1998 hasta 2012 en el hemisferio norte".
La fenología juega un papel importante en ayudar a regular la fotosíntesis, la transpiración y el intercambio de energía de las plantas. Cuando la fenología se estabiliza, es más fácil estimar cuándo comenzar un jardín, cuando el follaje de otoño tendrá un pico y ayuda a los ciclos de vida como la polinización, la migración y el apareamiento.
Los investigadores examinaron el intercambio de dióxido de carbono entre las plantas y la atmósfera de 56 sitios ubicados en bosques, tierras de cultivo, sabanas, matorrales y pastizales en el hemisferio norte. Fueron los primeros en comparar esos hallazgos con imágenes satelitales que indicaron las fechas de salida (cuando salen las hojas en la primavera) y la senescencia (cuando las hojas caen y las plantas mueren o entran en latencia en otoño) para estimar la duración y el tiempo de la temporada de crecimiento, que se mantuvo más o menos igual durante ese período de tiempo.
Las hojas anteriores y / o la senescencia posterior pueden significar una temporada de crecimiento más larga, un aumento en la producción agrícola y el rendimiento de los cultivos, así como un aumento en la cantidad de dióxido de carbono absorbido por las plantas de la atmósfera. Sin embargo, también puede significar la necesidad de un mayor uso del agua y podría afectar el flujo de la corriente y agravar los problemas de crisis del agua.
"No se trata solo de plantas, muchas personas también se ven afectadas físicamente por las tendencias fenológicas", dijo Xiao. "Cualquier persona que sufra alergias estacionales sabe, una primavera o una temporada de crecimiento más tempranas puede significar una temporada de alergias más temprana".
Las variaciones fenológicas también hacen que sea más difícil para los científicos estimar el intercambio de carbono, agua y energía de la Tierra entre la atmósfera y la superficie de la Tierra, lo que puede afectar las proyecciones del cambio climático.
Los científicos admiten que el período de tiempo que estudiaron, donde se desaceleró la velocidad de la temperatura del aire de la Tierra, puede parecer que contrasta con otras investigaciones sobre el calentamiento global, pero enfatizan que incluso durante este período las temperaturas de la Tierra continuaron aumentando. Señalan que las tendencias temporales como esta requieren conjuntos de datos muy largos, al menos una década o más, para evaluar adecuadamente las tendencias fenológicas generales.
