MADRID, 10 Sep. (EUROPA PRESS) -
Un equipo de físicos estadounidenses está investigando la fabricación de dispositivos emisores de luz y sensores ópticos a partir de la imitación de la estructura de los ojos de insectos como las moscas.
El trabajo, que ha sido publicado en la revista Applied Physics Letters, forma parte de la 'bioinspiración', un campo de la ciencia en la que las ideas y conceptos procedentes de la naturaleza son incorporados a procesos tecnológicos.
Según los investigadores, la clave reside en los llamados 'ommatidia', centenares de facetas ópticas de los que se componen los ojos de este insecto y que, organizados de acuerdo a un patrón hexagonal y convexo, le otorgan un campo visual de "casi 360 grados".
El profesor de Ciencia e Ingeniería de Materiales en la Universidad de Pensilvania Raúl J. Martín-Palma explica que esta estructura ha sido la "inspiración" con la que el equipo ha tratado de transformar los diodos planos que existen actualmente en dispositivos que repartan la luz emitida "en todas las direcciones", como sucede con las moscas.
UNA MENOR DEPENDENCIA ANGULAR
Para ello, los científicos extrajeron córneas de moscas de la familia Calliphoridae y las recubrieron con una capa de 900 nanómetros de ancho de un polímero de aluminio fluorescente al que sometieron a la exposición de luz ultravioleta para conseguir que emitira luz visible, informa el American Institute of Physics.
Así, descubrieron que comparadas con una superficie plana, las facetas de las moscas modificadas mostraban una "menor dependencia angular" en la emisión de luz, por lo que dispersaban ésta en todas direcciones de una forma "más uniforme".
De conseguir replicar este proceso en la fabricación de dispositivos, podrían crearse diodos "extremadamente pequeños", capaces de procesar la entrada y salida de luz a partir de un campo visual "increíblemente amplio", según Martín-Palma.
No obstante, el investigador advierte de que el estudio "no propone" la captura "en masa" de moscas para la fabricación de fuentes lumínicas. Por ello, añade, se ha trabajado en una técnica que replicaría de forma artificial las características de nanoestructuras como los ojos de insectos.
En este sentido, el próximo paso es aplicar el polímero fluorescente a facetas oculares de otras especies con ojos compuestos para así terminar creando dispositivos con la estructura "óptima" de emisión de luz en todas direcciones.
