Las cacerías de exoplanetas de la misión Kepler se acercan a su fin

Observatorio espacial Kepler
NASA
Actualizado: jueves, 15 marzo 2018 11:00

   MADRID, 15 Mar. (EUROPA PRESS) -

   La nave espacial Kepler de la NASA, dedicada a la búsqueda de exoplanetas orbitando la Tierra a 154 millones de kilómetros, se está quedando sin combustible y finalizará en cuestión de meses.

   En 2013, la misión principal de Kepler terminó cuando se rompió una segunda rueda de reacción, lo que impidió mantener la mirada fija en el campo de visión original. La nave espacial recibió una nueva oportunidad de vida al usar la presión de la luz solar para mantener su orientación, como un kayak que se dirige a la corriente. Renacido como "K2", esta misión extendida requiere que la nave espacial cambie su campo de visión a nuevas porciones del cielo aproximadamente cada tres meses en lo que se denomina una "campaña". Inicialmente, el equipo de Kepler estimó que la misión K2 podría realizar 10 campañas con el combustible restante. Al final se han completado 16 campañas, y este mes entró en la 17.

   "Nuestras estimaciones actuales son que el tanque de Kepler se secará dentro de varios meses, ¡pero nos ha sorprendido su rendimiento antes! Entonces, aunque anticipamos que las operaciones de vuelo finalizarán pronto, estamos preparados para continuar mientras el combustible lo permita", explica en un comunicado Charlie Sobeck, ingeniero de sistemas de la misión.

   El equipo Kepler está planeando recolectar la mayor cantidad posible de datos científicos en su tiempo restante y enviarlos a la Tierra antes de que la pérdida de que los propulsores impulsados por combustible signifique que ya no se puede apuntar la nave espacial para la transferencia de datos.

   Muchas misiones de la NASA deben establecer un rumbo para un final bien definido y reservar suficiente combustible para una última maniobra. Por ejemplo, las naves espaciales que orbitan la Tierra deben evitar colisiones con otros satélites o una caída incontrolada hacia el suelo, mientras que las misiones planetarias como la Cassini tienen que reservar combustible para evitar la contaminación de un entorno que potencialmente puede llevar vidas. En el caso de Cassini, la NASA envió la nave espacial a Saturno en lugar de arriesgarse a caer en una de las lunas del planeta.

   Las misiones en el espacio profundo como Kepler no están ni cerca de la Tierra ni en entornos sensibles, lo que significa que se puede exprimir hasta la última gota de datos de la nave espacial, y en última instancia, eso significa traer a casa aún más datos para la ciencia, dice Sobeck.

   Mientras Kepler se acerca la línea de llegada, el satélite Transiting Exoplanet Survey Satellite (TESS) de la NASA se lanzará el 16 de abril desde Cabo Cañaveral, Florida. TESS buscará casi todo el cielo en busca de planetas fuera de nuestro sistema solar, centrándose en las estrellas más brillantes a menos de 300 años luz de distancia, y sumándose al tesoro de descubrimientos de planetas de Kepler.