MADRID, 31 Oct. (EUROPA PRESS) - Eso significa que están ubicadas a distancias de sus estrellas progenitoras donde el agua líquida, un ingrediente vital para la vida tal como la conocemos, podría acumularse en la superficie del planeta. Lanzado el 6 de marzo de 2009, el telescopio espacial Kepler combinó técnicas de vanguardia para medir el brillo estelar con la cámara digital más grande equipada para las observaciones del espacio exterior en ese momento. Kepler realizó el primer reconocimiento de los planetas en nuestra galaxia y se convirtió en la primera misión de la agencia para detectar planetas del tamaño de la Tierra en las zonas habitables de sus estrellas.