MADRID, 23 Jul. (EUROPA PRESS) - "Conceptualmente, ATLAST aprovecharía los avances tecnológicos promovidos por el telescopio Webb, como los grandes conjuntos segmentados de espejos desplegables", dijo Mark Clampin, científico adscrito a ambos proyectos. Para llevar a cabo estas investigaciones científicas, ATLAST podría estudiar objetos celestes en las longitudes de onda de la luz ultravioleta, visible e infrarrojo cercano. Para alcanzar estos objetivos ambiciosos, el observatorio tiene que ser térmicamente y mecánicamente muy estable, lo que se puede lograr mediante la operación en la órbita de la Tierra dom-L2 -la misma órbita a salvo de la gravedad terrestre elegida para el telescopio Webb- y estar equipado con un coronógrafo de ocultación para enmascarar la luz de la estrella madre, que de otro modo inundaría la débil luz emitida por un planeta similar a la Tierra. Pero quizás lo más importante, tendría que llevar un espejo primario significativamente mayor - uno aún más grande que Webb, que será el mayor espejo segmentado jamás lanzado por la NASA. "Esto daría 17 veces mayor capacidad de captación de luz que el espejo del Hubble", añadió Carl Stahle, ingeniero que encabeza el equipo de evaluación de las tecnologías necesarias para lograr la misión ATLAST. Además de la construcción de un espejo primario segmentado más grande, que, al igual que el espejo del telescopio Webb, se pliega para su lanzamiento y luego se despliega en el espacio, los planificadores de misiones tendrían que afinar las técnicas para alinear los segmentos del espejo y asegurar su estabilidad.