El satélite que fotografía a diario el disco terrestre vuelve a operar

Imagen del disco terráqueo tomadas por DSCVR
Imagen del disco terráqueo tomadas por DSCVR - NOAA/DSCVR
Actualizado: jueves, 5 marzo 2020 12:31

   MADRID, 5 Mar. (EUROPA PRESS) -

   El satélite del Observatorio Climático del Espacio Profundo (DSCOVR) de NOAA, que toma fotos continuamente del disco terraqueo, ha vuelto a operar tras un problema técnico sufrido hace nueve meses.

   El 27 de junio de 2019, problemas con el sistema de control de actitud del satélite llevaron a los ingenieros a colocar el DSCOVR en una "retención segura". Esa maniobra detuvo el flujo de todas las observaciones científicas, incluidas las imágenes de la Cámara de Imagen Policromática Terrestre (EPIC) de la NASA, informa la NOAA en un comunicado.

   Desde su posición en el espacio profundo, la cámara de alta potencia toma cada dos horas imágenes de disco completo de la Tierra utilizadas para el monitoreo global de nubes y vegetación, así como de ozono atmosférico y aerosoles.

   Los ingenieros de NOAA y NASA desarrollaron un parche de software de vuelo para restaurar las operaciones de DSCOVR.

   "La puesta en funcionamiento de DSCOVR nuevamente muestra las habilidades únicas y la adaptabilidad de nuestros ingenieros de NOAA y NASA y el cuidado que estamos tomando para obtener la máxima vida útil de un activo antiguo", dijo Steve Volz, administrador asistente de NOAA para su Servicio de Información y Satélite.

   Mientras DSCOVR estaba fuera de servicio, el Centro de Predicción del Clima Espacial (SWPC) de la NOAA recibió observaciones críticas del clima espacial del Explorador de Composición Avanzada de la NASA y continuó emitiendo alertas, alertas y advertencias del clima espacial.

   Cuando se lanzó el 11 de febrero de 2015, DSCOVR fue el primer satélite operativo de Estados Unidos en el espacio profundo, orbitando a aproximadamente 1,5 millones de kilómetros de la Tierra.

   Es el monitor principal de Estados Unidos de datos de viento solar en tiempo real y un sistema de advertencia de tormentas magnéticas solares que podrían amenazar las redes eléctricas, interrumpir los sistemas de comunicación y la navegación del Sistema de Posicionamiento Global, redirigir los viajes aéreos, afectar las operaciones satelitales y poner en peligro los vuelos espaciales humanos.