Sensores caerán como semillas desde cohetes para ciencia meteorológica

Aspecto del diseño de medidor tubulr eyectable desde cohetes
TU WIEN
Actualizado: jueves, 8 marzo 2018 16:33

   MADRID, 8 Mar. (EUROPA PRESS) -

   Medidores en forma de tubo, diseñados para ser eyectados desde un cohete y caer a la Tierra sin paracaídas desde 80 kilómetros, pueden ser una útil nueva herramienta para la investigación meteorológica.

   Estudiantes del Tecnológico de Viena están uniendo fuerzas con colegas de la Universidad de Würzburg para hacer realidad la idea de que sondas espaciales regresen a la Tierra de forma autónoma. El proyecto se llama 'Project Daedalus' y ahora está previsto que se implemente en marzo como parte del programa internacional REXUS para promover iniciativas espaciales estudiantiles.

   'REXUS / BEXUS' es una colaboración entre el Centro Aeroespacial Alemán, la Junta Espacial Nacional Sueca y la ESA. Como parte de 'REXUS', se lanzan dos cohetes cada año en Suecia que llevan instrumentos y experimentos desarrollados por estudiantes a una altitud de aproximadamente 80 kilómetros. El equipo espacial de TU Wien ahora también se unirá al inminente lanzamiento de cohetes en marzo por primera vez.

   "El objetivo era desarrollar un dispositivo con el que los datos meteorológicos puedan recopilarse de forma cómoda y fácil", dice en un comunicado Sebastian Seisl, del Space Team de TU Wien. La altitud de aproximadamente 80 kilómetros alcanzados por los cohetes REXUS es particularmente interesante. Para los globos meteorológicos, que pueden subir hasta un máximo de 30 a 40 kilómetros, esto es demasiado alto, y los satélites solo pueden capturar datos deficientemente en esta área de la atmósfera.

COMO SEMILLAS DE ARCE

   La idea básica del innovador dispositivo de medición es una reminiscencia de las semillas de arce, que caen al suelo muy lentamente debido a sus alas largas.

   Las sondas tubulares del Proyecto Daedalus también están provistas de alas. Un mecanismo de eyección especialmente desarrollado tiene la intención de lanzar tres de estas sondas desde el cohete a una altitud de 80 km, momento en el cual sus alas se pliegan y aseguran que los dispositivos regresen a la Tierra tan lentamente y tan indemnes como sea posible. Los módulos de GPS están destinados a informar la ubicación de aterrizaje, de modo que los dispositivos puedan recuperarse lo más fácilmente posible.

   Algunos datos importantes se miden durante su descenso, por ejemplo, la aceleración, la temperatura y la presión del aire. "Sin embargo, nuestro objetivo principal esta vez es demostrar que el método realmente funciona. Los sensores de medición adicionales con los que se proveen los dispositivos en realidad no juegan un papel tan importante, en términos técnicos", dice Christoph Fröhlich, presidente del Space Team.