SANTANDER, 4 Ene. (EUROPA PRESS) -
El 66% de las personas atendidas en el centro de Proyecto Hombre en Cantabria durante el pasado 2005 estaban "estructuradas e integradas socialmente", un porcentaje que se incrementa hasta el 97% en el caso de los usuarios del programa específico para consumidores de cocaína, según informó ayer el colectivo en un comunicado.
Éste es uno de los datos que evidencian el cambio del perfil del consumidor de drogas atendido en el centro en los últimos años, ya que se ha pasado del "boom de la heroína" en los años 80 y 90 al "imperio de la cocaína" actualmente.
En este sentido, en Proyecto Hombre Cantabria se ha constatado un crecimiento en la demanda de tratamiento de consumidores de cocaína y también de alcohol, que superan actualmente a los heroinómanos o policonsumidores.
Según recuerda la asociación, en la actualidad "los estudios y estadísticas alertan de que en España cada vez se consume más cocaína y a edades más tempranas", hasta el punto de colocar a España, junto al Reino Unido, "a la cabeza de la Unión Europea en cuanto a consumo de cocaína".
Otros de los datos que repasa Proyecto Hombre evidencian que "en los últimos diez años se ha cuadruplicado el consumo" de la cocaína en España, mientras que "la heroína ha sido prácticamente sustituida por el cannabis y la cocaína en los nuevos patrones de consumo".
A todo ello se añade que "los jóvenes empiezan a utilizar estas sustancias de forma lúdica, con consumos de fin de semana, con fines recreativos y socializadores, con muy baja percepción de riesgo y subestimando las consecuencias para la persona, su salud y su entorno familiar, laboral y social".
ESTRATEGIA REGIONAL
Por otro lado, Proyecto Hombre en Cantabria destaca que siempre ha apostado por la rehabilitación y la inserción sociales de los usuarios de sus programas y también "por la normalización y el uso de los recursos sanitarios y sociales como cualquier ciudadano". Por ello, defiende la línea marcada al respecto por la Estrategia Regional sobre Drogas 2005-2008, dado el nuevo perfil del consumidor.
"Incluso a aquellos drogodependientes con un perfil 'tradicional', con cierta desestructuración y menos integrados socialmente, se les educa y ayuda para su integración incorporándoles como un ciudadano más a la red asistencial en el servicio de salud, colaborando así a la normalización de la vida de estas personas".
"De esta forma, también a los drogodependientes en tratamiento en programas asistenciales y de reducción de daños se les facilita infraestructuras adecuadas, proporcionándoles una atención integral, no sólo en lo que se refiere a su adicción", concluye Proyecto Hombre.
