La adaptación al horario escolar antes de comenzar el curso evita el síndrome postvacacional en los niños

Actualizado: viernes, 25 agosto 2006 19:05


MADRID, 25 Ago. (EUROPA PRESS) -

Para evitar que los niños sufran el síndrome postvacacional, la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (SEMFYC) recomendó hoy a los padres que empiecen el horario escolar cuatro o cinco días antes del comienzo del curso para que sus hijos se acostumbren. Además, insiste en que no se trata de una enfermedad y que las molestias se deben asumir como un cambio de rutina. La falta de apetito, el cansancio, la somnolencia, la falta de concentración y la taquicardia son algunos de los síntomas físicos más comunes. Ante esta situación se debe seguir la vida normal y si el malestar no desaparece tras dos semanas se debe acudir al médico para descartar que no se trate de un problema de otra naturaleza.

El vicepresidente de la SEMFYC, el doctor Asensio López Santiago, explicó hoy que al igual que sucede en los adultos con la vuelta al trabajo los niños también sufren el síndrome postvacacional al incorporarse a la rutina escolar. En este sentido, dijo que "hay que insistir que no nos encontramos ante una enfermedad y que, en consecuencia, no hay que darle demasiada importancia a las molestias que este síndrome provoca", ya que son originadas por un cambio en la rutina diaria. Para evitar esto, los médicos aconsejan que los niños se adapten al horario que llevarán en el colegio cinco días antes de comenzar las clases.

Entre los síntomas más comunes se encuentra el cansancio, la falta de apetito, la somnolencia, la falta de concentración, los dolores musculares, la taquicardia, las molestias en el estómago, el insomnio y la sensación de falta de aire. Ante esta situación, López Santiago aconseja "regular los horarios y el reloj biológico los días previos a iniciar el trabajo. Para ello es preciso acostarse en los horarios habituales y ser prudentes con el tiempo dedicado a la siesta. Además es bueno dejarse al menos dos días del final de las vacaciones como periodo de adaptación. En el caso de que sea posible, es aconsejable regular progresivamente la intensidad de la actividad que se realiza en el trabajo".

A nivel psicológico también pueden presentarse signos como falta de interés, irritabilidad, nerviosismo, inquietud, indiferencia o tristeza. Para combatir estos síntomas, el vicepresidente de SEMFYC afirmó que es bueno "desterrar la idea o sensación de que las vacaciones son un estado absolutamente opuesto al periodo de trabajo, y por tanto que uno es sinónimo de placer y el otro lo es de malestar y sufrimiento. Además, es necesario asumir que se trata de un malestar propio de los primeros días y evitar darle demasiada importancia. Por eso es aconsejable afrontar la vuelta al trabajo como un nuevo periodo vital en el que desarrollar nuevas tareas de desarrollo personal y planificar actividades gratificantes para los días laborales".

PERFIL DEL AFECTADO

El síndrome postvacacional suele afectar a menores de 40 años, que experimentan una ruptura brusca del ritmo vacacional incorporándose al trabajo sin transición alguna. Entre las personas más propensas a padecer estos síntomas se encuentran aquellas que tienden a idealizar el periodo vacacional, aquellas que presentan de forma habitual un malestar hacia su lugar de trabajo o de estudio, y aquellas que tiene problemas de agotamiento o desencanto con la actividad que realizan.

Ante esta situación, el vicepresidente de SEMFYC afirmó que el síndrome postvacacional no es preocupante aunque si el malestar no desaparece después de dos semanas, "es necesario que el afectado acuda a la consulta de su médico de familia para descartar que no estamos ante un problema de otra naturaleza que requiera una atención diferente". Además, se debe adoptar una actitud positiva para no "recrearse" excesivamente en la incomodidad de los primeros días ya que "lo único que se consigue así es generar una preocupación desmedida", concluyó.