Administrar óxido nítrico a bebés prematuros incrementa sus posibilidades de supervivencia sin enfermedad pulmonar

Actualizado: miércoles, 3 mayo 2006 13:52


MADRID, 3 May. (EUROPA PRESS) -

La administración de óxido nítrico a los pulmones de bebés prematuros con un peso demasiado bajo durante su segunda semana de vida mejora las posibilidades de supervivencia sin padecer la enfermedad pulmonar crónica de los recién nacidos, según las conclusiones de un estudio realizado sobre 600 bebés por parte de investigadores del Hospital Infantil de Filadelfia.

En el transcurso de la investigación, hecha pública en la reunión anual de las Sociedades Académicas Pediátricas que se celebra estos días en San Francisco (Estados Unidos), los investigadores no descubrieron efectos secundarios del óxido nítrico durante las 44 primeras semanas de vida, según Roberta A. Ballard, autora principal del estudio. Ballard añade que los investigadores continuarán realizando el seguimiento de los bebés hasta que éstos tengan dos años de edad.

En el estudio participaron 21 unidades de cuidados intensivos neonatales estadounidenses y se incluyó a bebés que habían pesado al nacer entre los 500 y los 1.250 gramos, con una media gestacional de 26 semanas. Todos los bebés recibían oxígeno a través de ventilación y se encontraban bajo un riesgo elevado de desarrollar enfermedad pulmonar crónica debido a que sus pulmones no se encontraban desarrollados por completo.

Aunque el tratamiento con ácido nítrico, una sustancia que produce el organismo de forma natural, se sabe que es beneficioso para los bebés que finalizan el periodo gestacional al completo, su valor en los prematuros se desconoce. La enfermedad pulmonar crónica, también conocida como displasia broncopulmonar, es la complicación respiratoria principal en los bebés prematuros y requiere una estancia hospitalaria prolongada, a menudo contribuyendo a problemas a largo plazo en el neurodesarrollo.

En el ensayo participaron 294 bebés que recibieron óxido nítrico y 288 que recibieron placebo. La tasa de supervivencia sin enfermedad pulmonar crónica a las 36 semanas después del último periodo menstrual de la madre fue de un 43,9 por ciento en los bebés tratados en comparación con el 36,8 por ciento en el grupo placebo. La enfermedad pulmonar fue menos grave en las semanas 36, 40 y 44, con los bebés tratados pasando por hospitalizaciones más cortas y menos necesidad de ventilación mecánica que los bebés que recibieron placebo.