BRUSELAS, 28 Mar. (EUROPA PRESS) -
Acompañar a su pareja, mantener unida a la familia y mejorar su calidad de vida son los tres principales factores que animan a los europeos a dejar su país de origen y fijar su residencia en otro Estado miembro, según un estudio presentado hoy por la Comisión Europea (CE) que analiza el perfil y actitudes de cinco mil ciudadanos europeos residentes en Francia, Alemania, Italia, España y Reino Unido.
El estudio, denominado 'Pionero' y financiado con casi un millón de euros del programa marco de investigación de la UE, ha sido coordinado por la Universidad de Florencia y corrobora las conclusiones de estudios similares sobre el perfil del europeo medio que cambia de residencia y las motivaciones del traslado.
Así, revela que, en este momento, un 2% de los europeos vive en un país de la UE que no es el suyo y que el 30% de ellos se han ido para acompañar a su pareja; el 25%, por razones laborales y el 24%, para intentar mejorar su calidad de vida, que es el motivo fundamental que les lleva a instalarse en Francia o España.
Aunque las motivaciones para cambiar de país son variadas y dependen de la edad y de la clase social, los que se trasladan a Italia lo hacen para seguir a sus compañeros sentimentales o sus familias, mientras que el factor fundamental que lleva a fijar la residencia en Alemania o Reino Unido es el trabajo o los estudios.
El informe dado a conocer hoy señala, asimismo, que la mitad de los emigrantes ha vivido en el extranjero antes de fijar su residencia en otro sitio, sobre todo estudiantes que han tenido una beca del programa 'Erasmus'.
El perfil de estos nuevos residentes varía también en función del país elegido como destino y, si en el caso de Italia y España se trata mayoritariamente de jubilados que dejan las grandes ciudades para vivir en el campo. Cuando se trata de Alemania y Reino Unido, el motivo fundamental de la mudanza es buscar trabajo.
Alemania es el destino elegido para trabajadores no cualificados y el Reino Unido, para profesionales liberales, sobre todo en el sector financiero, asegurador e inmobiliario. La inmensa mayoría procede de la clase media y ocupa empleos no cualificados en su país de orígen.
La encuesta indica, igualmente, que quienes se trasladan a otro país están comprometidos políticamente y suelen ser más de izquierdas que la media. Además, muestran interés por los asuntos políticos del Estado al que viajan, sobre todo cuando llevan un tiempo residiendo en el mismo, lo que justifica que su participación en las elecciones europeas sea ligeramente superior a la media local.
Los que han dejado su país para residir en España son los más proclives a votar, mientras que los italianos son los que se muestran más críticos con la política italiana. Los británicos suelen tener contacto con sus representantes políticos y participan habitualmente en la vida social.
También se ha detectado que, para la mayoría de ciudadanos de la UE que viven en un país distinto al suyo, el sentimiento europeo es "perfectamente compatible" con sus lazos afectivos respecto al país de origen.
(EUROPA PRESS)
