MADRID, 9 Feb. (EUROPA PRESS) -
Científicos de la Universidad de California en San Diego (Estados Unidos) han descubierto un mayor riesgo de desarrollar un trastorno pulmonar grave en recién nacidos de madres que utilizaron durante su última fase de embarazo ciertos fármacos antidepresivos. Las conclusiones de su estudio se publican en 'New England Journal of Medicine'.
Los expertos explican que la hipertensión pulmonar persistente es un trastorno grave que suele implicar fallo respiratorio grave en el recién nacido y requiere de tratamiento inmediato. El estudio indica que las mujeres embarazadas que toman los inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina (ISRS) en la segunda mitad del embarazo tienen un pequeño pero significativo aumento en la probabilidad de que sus bebés desarrollen el trastorno pulmonar.
La investigación también mostró que la exposición a otro tipo de antidepresivos no supuso riesgo para el desarrollo de la afección en los bebés. Además, las mujeres que dejaron de usar los fármacos en la primera mitad del embarazo no presentaron un mayor riesgo de que sus hijos sufrieran el problema.
Los científicos identificaron 377 bebés con el problema pulmonar y 836 recién nacidos normales a partir de los registros de nacimientos de 97 hospitales de cuatros centros urbanos de los Estados Unidos y Canadá entre los años 1998 y 2003. Pasados seis meses del nacimiento, los investigadores examinaron los registros y entrevistaron a las madres de niños con la afección y a las de aquellos bebés control.
En la investigación se preguntó a las madres de ambos grupos sobre el uso de cualquier tipo de medicamentos antidepresivos durante el embarazo, sus marcas concretas y el momento temporal del embarazo en el que los tomaron. Las madres también fueron entrevistadas sobre su estilo de vida durante la gestación, así como sus antecedentes médicos y de otros embarazos.
Según los científicos, entre seis y doce mujeres de cada mil que utilizan un ISRS después de la semana 20 de gestación son propensas a dar a luz un bebé con hipertensión pulmonar persistente. Los resultados sugieren que la exposición prenatal a los ISRS podría contribuir al origen patológico de este trastorno.
