Astrónomos españoles descubren un mecanismo de formación de estrellas masivas hasta ahora sólo demostrado en teoría

Actualizado: jueves, 28 septiembre 2006 14:01


MADRID, 28 Sep. (EUROPA PRESS) -

Un estudio internacional dirigido por Maite Beltrán, de la Universidad de Barcelona, ha detectado por primera vez un mecanismo de formación de las estrellas masivas del Universo que hasta ahora sólo sugerían los modelos teóricos más actuales. Las conclusiones del estudio, que supone un importante hallazgo en el mundo de la Astronomía, se publican esta semana en la revista 'Nature'.

Según explicó Maite Beltrán a Europa Press, la principal conclusión es que por primera vez se ha detectado la presencia en un mismo objeto estelar masivo, el G24.78+0.08 A1:, de material en expansión, material en colapso hacia la estrella y material en rotación. Estos tres elementos que son habituales en el proceso de formación de estrellas de poca masa, nunca se habían detectado simultáneamente en objetos masivos. Este descubrimiento da un nuevo impulso a las predicciones teóricas sobre la formación de estrellas masivas por acrecimiento a través de un disco o toro, tal y como hacen las estrellas de baja masa.

El trabajo se ha realizado a través de las observaciones de la molécula de amoníaco en longitud de onda de 1,3 cm, mediante la red de veintisiete antenas del 'Very Large Array del National Radio Astronomy Observatory' de los Estados Unidos. El espectro en el continuo de este objeto correspondería al de una estrella de secuencia principal de edad cero de tipo espectral O9.5 (es decir, unas veinte veces la masa del Sol) y con una alta luminosidad (33.000 veces la del Sol).

"El descubrimiento ayudará a restringir los modelos teóricos sobre la formación de estrellas masivas. Hasta ahora se sabía cómo se originan las estrellas como nuestro Sol, pero existían numerosos problemas para entender cómo estrellas con masas superiores a 10 veces la masa del Sol podían acumular dicha masa", explica Beltrán, y añade que el estudio aporta importantes pistas para resolver esa cuestión.

En particular, señala, la detección de gas en colapso hacia la estrella central es consistente con la idea de material acretando hacia la estrella a través de un disco, como propone alguna de las teorías de formación de estrellas masivas. Este mecanismo de formación a su vez es consistente con el mecanismo de formación de estrellas con mucha menos masa, si bien las tasas de acreción son muy superiores en el caso de las estrellas masivas y los tiempos de formación inferiores.

LAS PRUEBAS DE UN IMPOSIBLE

En el proceso de formación estelar, los movimientos de colapso, expansión y rotación tienen un importante papel. Esto es lo que sucede en el caso de las estrellas de baja masa como el Sol, formadas por un proceso de acreción de gas y polvo, en el que observaciones y teorías apuntan a la existencia de material circumestelar descendiente hacia la estrella recientemente formada.

Si la masa es ocho veces superior a la del Sol, la formación de una estrella por acreción de material ha de superar obstáculos importantes. El potente viento estelar y la gran presión de radiación de la estrella pueden detener la acreción sobre la estrella central e impedir, por lo tanto, el crecimiento de su masa. Éste es un problema fundamental en el campo de la formación estelar masiva, y nos conduce a una paradoja: las estrellas con más de ocho masas solares no tendrían que existir.

Recientemente, algunos trabajos teóricos habían propuesto un posible escenario para resolver el problema: la formación de estrellas masivas mediante acreción no esférica (es decir, a través de un disco o torus). En su artículo, el equipo científico presenta importantes evidencias de colapso en un torus circumestelar en rotación alrededor de la estrella G24.78+0.08 A1:, que es veinte veces más masiva que el Sol.

El estudio, dirigido por María Teresa Beltrán de la Facultad de Física de la Universidad de Barcelona, ha contado con la participación de Riccardo Cesaroni, Claudio Codella, Leonardo Testi y Luca Olmi, del 'Osservatorio Astrofisico di Arcetri en Florencia' (Italia) y de Ray Furuya, del Subaru Telescope del 'National Astronomical Observatory of Japan' con sede en Hawai (Estados Unidos).