El aumento global de las temperaturas disminuye la capacidad de los océanos para absorber CO2

Actualizado: martes, 23 mayo 2006 14:32


MADRID, 23 May. (EUROPA PRESS) -

El aumento global de las temperaturas disminuye la capacidad de los océanos para absorber CO2, lo que contribuye a su vez al aumento del efecto invernadero y del calentamiento global, según demuestra un estudio dirigido por Ángel López-Urrutia, investigador del Centro Oceanográfico de Gijón, perteneciente al Instituto Español de Oceanografía, que se publica en la edición digital de la revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences' (PNAS).

Este trabajo, cuyos coautores son Xabier Irigoien, investigador del AZTI-Tecnalia del País Vasco, Roger Harris y Elena San Martin, del 'Plymouth Marine Laboratory' de Reino Unido, desarrolla una teoría que explica cómo cambios en la temperatura ambiental afectan a la respiración y a la fotosíntesis de los organismos planctónicos marinos.

Esta teoría, conocida como teoría metabólica de la ecología, predice que ante un aumento de la temperatura tanto la respiración como la fotosíntesis van a aumentar, pero la respiración aumentará más que la fotosíntesis. De esta forma, la diferencia entre fotosíntesis y respiración será menor y la cantidad de CO2 neta fijada por los océanos disminuirá.

"En nuestro estudio probamos que estas predicciones de nuestra teoría se cumplen cuando analizamos los datos recogidos por muestreos oceanográficos realizados desde los polos al Ecuador", explicó Ángel López-Urrutia a Europa Press.

Según López-Urrutia este resultado tiene importantes implicaciones para el estudio y la predicción de la respuesta de los océanos al calentamiento global. "Según nuestra teoría, ante un futuro aumento de las temperaturas los océanos irán progresivamente capturando menos CO2. Por tanto serían un sumidero de CO2 cada vez menos importante, agravando por tanto el efecto invernadero y el calentamiento global", señala el investigador.

BOSQUES, OCÉANOS Y CO2

Los bosques juegan un importante papel en relación al cambio climático global. Mediante la fotosíntesis, las plantas fijan el CO2 convirtiéndolo en materia orgánica y por tanto reducen sus concentraciones en la atmósfera. Al ser el CO2 uno de los gases de efecto invernadero más importantes, esta actividad de las plantas disminuye su concentración en la atmósfera y alivia en cierto modo los efectos que la actividad humana tiene sobre el calentamiento global.

En los océanos sucede una situación similar, salvo que en este caso las plantas son organismos microscópicos, conocidos como fitoplancton, que también realizan la fotosíntesis fijando el CO2 disuelto en los océanos, de una manera similar a las plantas terrestres, como si se tratase de un gran bosque sumergido e invisible.

En los ecosistemas terrestres también existen organismos que no fotosintetizan como por ejemplo los animales, y por tanto no fijan CO2, sino que al respirar emiten CO2 a la atmósfera. Es el balance entre la fijación neta de CO2 por las plantas y la respiración de plantas y animales lo que determina la cantidad de CO2 final que un ecosistema es capaz de capturar.

De nuevo, en los océanos, existen también organismos que no fotosintetizan tales como las bacterias y el zooplancton. Estos organismos sólo respiran emitiendo CO2. Esta respiración puede llegar a ser tan importante que, aunque a escala global los océanos puedan llegar a ser considerados un "sumidero" de carbono, es decir, retiran CO2 atmosférico al fijarlo en la materia orgánica, hay zonas donde la respiración supera la cantidad de CO2 fijada por el fitoplancton siendo el balance neto negativo, es decir, esas comunidades oceánicas serían una fuente de CO2.

CAMBIO CLIMÁTICO

Usando escenarios de cambio climático desarrollados por el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático, los científicos realizaron unos cálculos preliminares de cómo variará este balance entre respiración y fotosíntesis en los océanos durante los próximos cien años llegando a la conclusión de que este efecto puede ser de una magnitud relevante.

"Nuestra teoría tiene por tanto una utilidad esencial en el desarrollo de modelos de predicción del cambio climático, ya que nuestros cálculos sugieren que la incorporación de estos efectos en los modelos actuales podría modificar las predicciones que tenemos en la actualidad" señala López-Urrutia.

El desarrollo de estas predicciones se lleva a cabo mediante complejos modelos que sintetizan el efecto de numerosos factores. "Lo que nuestro trabajo sugiere es que futuros modelos deberán incorporar esta respuesta diferencial de las plantas y los organismos no fotosintetizadores a aumentos en la temperatura", concluye el científico.