Cada español emite dos toneladas de CO2 al año por alimentarse

Actualizado: miércoles, 3 noviembre 2010 18:11

MADRID, 3 Nov. (EUROPA PRESS) -

Cada persona emite el equivalente a aproximadamente dos toneladas de dióxido de carbono al año durante el proceso que abarca desde la producción de alimentos hasta la excreción, lo que representa más del 20% del total de emisiones anuales. Eso es lo que dice un estudio de la Universidad de Almería, confirmando por primera vez que los excrementos humanos contribuyen a la contaminación del agua, principalmente con nitrógeno y fósforo.

Un equipo de investigadores de la Universidad de Almería (UAL) ha estimado el impacto ambiental de la dieta española y el papel que los excrementos humanos desempeñan en el ciclo de vida de los alimentos. Es la primera vez que un estudio científico de este tipo incorpora el papel desempeñado por los excrementos humanos.

"La alimentación en España produce emisiones de alrededor de dos toneladas de dióxido de carbono por persona y por año (más del 20% del total de emisiones por persona y por año) y consume 20 gigajulios de energía primaria", según el autor principal del estudio e investigador de la UAL, Iván Muñoz, informa SINC.

El estudio, publicado recientemente en The International Journal of Life Cycle Assessment, analiza la relación de la producción de alimentos y la cadena de consumo con el calentamiento global y la acidificación y la eutrofización (exceso de nutrientes) del medio ambiente, tomando lo que una persona en España comió en 2005 (881 kilogramos) como referencia.

Los cálculos incluyen la producción agrícola y animal, el procesamiento industrial de alimentos, venta y distribución, preparación y cocinar en casa, tratamiento de residuos sólidos (restos de comida y envases), así como la excreción humana.

Según el estudio, la producción de alimentos de origen animal, como carne y productos lácteos, supone el mayor impacto. Agricultura, ganadería, pesca y la industria alimentaria son la mayor fuente de contaminación de las aguas de dióxido de carbono, pero en ambos casos los efectos de la excreción humana (a través de la respiración o por tratamiento de aguas residuales) son los siguientes en la lista.

"La excreción humana contribuye significativamente a la contaminación del agua mediante el suministro de materia orgánica y nutrientes, como nitrógeno y fósforo, que favorece el crecimiento de algas, una disminución en el nivel de oxígeno disuelto en el agua, malos olores y otros problemas asociados a la eutrofización," dice Muñoz, "aunque estos efectos se reducen al mínimo por la purificación de los procesos realizados antes de que las aguas residuales se viertan a los ríos o la costa."

El investigador advierte quehace que la devolución de estas aguas residuales al medio ambiente no es una cosa mala en sí misma, ya que son nutrientes, al igual que el estiércol se vuelve a utilizar como fertilizante en la agricultura.

"El problema es que en muchos casos, nuestros ríos tienen un nivel de agua muy bajo y tienen dificultades para absorber las aguas residuales, no sólo de excrementos, sino también de otras fuentes tales como plaguicidas y fertilizantes utilizados en la agricultura y los contaminantes de la industria," Muñoz indica.

Los investigadores han estimado también el CO2 y el metano producido por el metabolismo humano y el consumo de energía asociados a aspectos como el uso de papel higiénico, jabón y agua de la cuenca, junto con el tratamiento de aguas residuales en las estaciones de tratamiento.

En cuanto a las emisiones, "los excrementos humanos tienen un nulo efecto neto sobre el calentamiento global, ya que se compensan con la fijación de carbono en la fotosíntesis. En consecuencia, no contribuyen al aumento de la concentración de CO2 en la atmósfera".

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