Detectan a seis millones de años luz el agujero negro más lejano

aGUJERO NEGRO
ESO
Actualizado: miércoles, 27 enero 2010 17:56

MADRID, 27 Ene. (EUROPA PRESS) -

Los astrónomos han detectado el agujero negro más lejano identificado hasta la fecha gracias al 'Very Large Telescope' (VLT) del Observatorio Europeo Austral. El agujero negro se encuentra en la galaxia espiral NGC 300, a unos 6 millones de años luz del Sol. El descubrimiento, dirigido por científicos de la Universidad de Sheffield en Reino Unido, se publica en la revista 'Monthly Notices of the Royal Astronomical Society'.

Los agujeros negros descubiertos en la Vía Láctea tienen aproximadamente diez veces la masa del Sol pero fuera de esta galaxia se pueden considerar 'menores'. Los investigadores han descubierto ahora tres agujeros negros con masas 15 veces mayores que la solar, todos fuera de la Vía Láctea.

El agujero negro de NGC 300 tiene una masa 20 veces mayor que la solar, lo que lo convierte en el segundo más masivo descubierto y está emparejado con una estrella que pronto se convertirá también en un agujero negro.

Según explica Paul Crowther, director del estudio, "este es el agujero negro de mayor masa más distante y el primero observado fuera de nuestro vecindario galáctico, el Grupo Local". La compañía del agujero negro, es una estrella Wolf-Rayet con una masa de unas 20 veces la del Sol. Las estrellas Wolf-Rayet están casi al final de sus vidas y expulsan la mayoría de sus capas externas a sus alrededores antes de explotar como supernovas, cuyo núcleo da lugar a agujeros negros.

La investigación muestra que el agujero negro y la estrella 'Wolf-Rayet' danzan alrededor de sí mismas en un periodo de unas 32 horas. Los astrónomos también descubrieron que el agujero negro está despojando materia de la estrella a medida que orbitan.

En menos de un millón de años la estrella Wolf-Rayet dará lugar a una supernova y se volverá un agujero negro. "Si el sistema sobrevive a esta segunda explosión, los dos agujeros negros se fusionarán, emitiendo grandes cantidades de energía en forma de ondas gravitacionales al combinarse", adelanta Crowther.

Crowther concluye que tales sistemas podrían existir y aquellos que ya han evolucionado a un agujero negro binario podrían detectarse por observatorios de ondas gravitacionales como LIGO o Virgo.