El ejercicio podría evitar que las mujeres con cáncer de mama tratadas con radioterapia sufran anemia

Actualizado: sábado, 7 octubre 2006 11:00


MADRID, 7 Oct. (EUROPA PRESS) -

En las mujeres que pasan por un tratamiento de radiación para el cáncer de mama una actividad física de intensidad moderada y regular podría evitar que sufrieran anemia, uno de los efectos secundarios que pueden derivarse del tratamiento, según un estudio de la Universidad de Michigan-Flint (Estados Unidos) que se publica en la revista 'Cancer'.

La investigación descubrió que el ejercicio mejoraba la capacidad oxigenativa de las pacientes y mantenía los niveles de glóbulos rojos durante el tratamiento por radiación. En contraste, las mujeres que no realizaban ejercicio experimentaban un declive significativo en su capacidad de oxigenación. Este es el primer estudio que investiga el efecto del ejercicio durante el tratamiento.

En el tratamiento del cáncer de mama, la terapia de radiación localizada sigue a la extirpación quirúrgica del tumor con el propósito de destruir las células cancerígenas que puedan permanecen en el lugar del cáncer o en su entorno. Esta combinación es muy eficaz en el tratamiento del cáncer. Los efectos de la radiación van de leves a moderados, oscilando entre quemaduras de la piel similares a las solares o un mayor riesgo de cáncer muscular o sarcoma.

Los expertos explican que la radiación también causa fatiga, anemia y depresión poco después de su inicio. Estos síntomas están asociados con frecuencia con descubrimientos de laboratorio que muestran una menor cantidad de glóbulos rojos circulantes y hemoglobina, que comparten la tarea de transportar oxígeno en el organismo.

Los investigadores compararon el impacto de realizar ejercicio o no durante la radioterapia sobre los niveles de glóbulos rojos y la capacidad de oxígeno máxima, una medida de buen estado físico, en 20 mujeres con cáncer de mama.

Los autores descubrieron que comparadas con las mujeres que no realizaron ejercicio regularmente, las mujeres que caminaron entre 20 y 45 minutos a un ritmo rápido entre tres y cinco veces a la semana durante el tratamiento de radioterapia no experimentaron un declive en los niveles de hemoglobina, glóbulos rojos y hematocritos.

En el grupo de ejercicio, los niveles medios de glóbulos rojos aumentaron ligeramente mientras que descendieron en el grupo sedentario. De forma similar, los niveles de hemoglobina aumentaron en el mismo sentido mientras que descendieron en el grupo que no realizaba ejercicio.

Además, los aumentos en estas medidas de glóbulos rojos también correlacionaban con aumentos en los niveles elevados de capacidad oxigenativa.

Según los autores, los resultados del estudio apoyan las posibilidades del ejercicio como un método seguro, eficaz y económico para mejorar el estado físico y mantener los niveles de eritrocitos en mujeres que pasan por un tratamiento de radiación para el cáncer de mama.