El embajador británico en España cree que el régimen post-Kioto debe ser más exigente y duda incluir emisión per cápita

Actualizado: martes, 28 noviembre 2006 12:55

MADRID, 28 Nov. (EUROPA PRESS) -

El embajador británico en España, sir Stephen Wright, abogó hoy por actuar frente al calentamiento global y por trabajar en la definición de un régimen más allá del Protocolo de Kioto (2008-2012) que sea "más exigente", aunque pidió una reflexión sobre la conveniencia de incluir en el reparto de las emisiones por países el factor de emisiones per cápita, como reclama el Gobierno español.

"El régimen futuro debe ser más exigente que el primer régimen de Kioto, de la manera que todos puedan cumplir", comentó Wright en un coloquio organizado por la Embajada Británica en España. No obstante, el diplomático inglés señaló que tener en cuenta las emisiones per cápita "dejaría escapar" a China e India, por lo que defendió un protocolo que "establezca límites de emisiones entre lo posible y lo deseable".

"Hay que reflexionar sobre las emisiones per cápita, porque quizás beneficien a España pero puede dar lugar a un régimen muy flojo para otras países emergentes dada su elevada población", indicó el embajador británico, quien apuntó las dificultades que está teniendo España en cumplir con sus compromisos de no incrementar más de un 15 por ciento sus emisiones en 2008-2012, respecto a 1990.

Además, ante el diseño del futuro régimen de emisiones, el Reino Unido defiende la incorporación del sector de la aviación como emisor importante de gases de efecto invernadero.

Por otra parte, Wright se mostró esperanzado con que Estados Unidos cambie su actitud respecto al cambio climático impulsado por la opinión pública, por acciones estatales como en California y por la campaña del ex vicepresidente Al Gore.

El embajador británico destacó en su conferencia la necesidad de actuar ya contra los efectos del cambio climático, un fenómeno en marcha y con evidencias científicas, frente a los riesgos de no actuar, como puso de manifiesto el Informe 'Stern'. Wright abogó por llevar a cabo una economía baja en carbono mediante la creación de mercados de derechos de emisión, en los que Europa es pionera, y el fomento de tecnologías limpias y bajas en el uso del carbono.

En esta línea, el diplomático defendió que los precios de productos y servicios incorporen los costes de emisiones, que se invierta en eficiencia y diversidad energética, se impulsen las energías renovables como biomasa, eólica y solar, y que las innovaciones ante el cambio climático sean una ventaja competitiva para las empresas.

Finalmente, Wright llamó la atención sobre la importancia de que todas las políticas gubernamentales tengan una perspectiva de futuro ante el cambio del clima y desarrollen actuaciones horizontales. "La opción de no hacer nada, no es ninguna opción, y cuanto antes adaptemos las economías, mejor posicionados estaremos para afrontar el futuro", concluyó.