MADRID, 3 Feb. (EUROPA PRESS) -
El Observatorio Europeo Austral (ESO) ha divulgado una magnífica imagen tomada por su telescopio VLT del criadero gigante de estrellas que rodea la nebulosa NGC 3603, donde continuamente nacen nuevas estrellas. Incluido en esta nebulosa está uno de los más luminosos y compactos grupos de jóvenes y masivas estrellas que se pueden admirar en nuestra Vía Láctea, por lo que esta zona sirve como un excelente análogo "local" de otras regiones de formación de estrellas existentes en otras galaxias.
NGC 3603 es una fábrica cósmica donde se forman las estrellas frenéticamente a partir de las extensas nubes de gas y polvo presentes en la nebulosa. Situado a 22.000 años luz de distancia desde el Sol, es la región más cercana de este tipo conocida en nuestra galaxia, y proporciona a los astrónomos un banco de pruebas local para el estudio de los procesos de formación intensiva de estrellas, muy común en otras galaxias, pero difícil de observar en detalle debido a su gran distancia de nosotros.
La nebulosa debe su forma a la luz intensa y los vientos provenientes de las jóvenes estrellas masivas que levantan cortinas de nubes de gas. El grupo central de estrellas dentro de NGC 3603 alberga miles de estrellas de todo tipo. La mayoría tienen masas similares o inferiores a la de nuestro Sol, pero más espectaculares son algunas de las estrellas muy masivas que se encuentran cerca del final de su vida. Utilizando otro conjunto reciente de observaciones realizadas con el instrumento SINFONI del telescopio VLT se ha confirmado que una de estas estrellas es unas 120 veces más masiva que nuestro Sol, destacándose como la estrella más masiva conocida hasta ahora en el Vía Láctea.
Las nubes de NGC 3603 nos ofrecen un cuadro de la familia de estrellas en diferentes etapas de su vida, con estructuras de gases que siguen creciendo en estrellas, las estrellas recién nacidas, las estrellas adultas y las estrellas cerca del final de su vida. Todas estas estrellas tienen aproximadamente la misma edad, un millón de años, un abrir y cerrar de ojos, en comparación con los 5.000 millones de años de edad del Sistema Solar.
El hecho de que algunas de las estrellas acaban de empezar sus vidas, mientras que otros se están muriendo es debido a su extraordinaria variedad de masas.
