Los gérmenes que causan el catarro siguen activos en los objetos horas después de ser depositados en ellos

Actualizado: sábado, 30 septiembre 2006 11:00


MADRID, 30 Sep. (EUROPA PRESS) -

Los rinovirus, que provocan la mitad de los casos de catarro que se producen, continúan activos en los objetos horas después de que una persona infectada los utilice y los deposite en ellos, con el consiguiente riesgo de infección para aquellas personas que se encuentran en su entorno, según sugiere un estudio realizado en habitaciones de hotel por investigadores de la Universidad de Virginia en Estados Unidos. Las conclusiones del estudio se han hecho públicos durante la Conferencia Intercientífica Anaula sobre Agentes Antimicromibianos y Quimioterapia que se tiene lugar estos días en San Francisco (Estados Unidos).

"Para nuestra sorpresa, en un hotel ocupado por la noche por un adulto con un catarro, todas las cosas, desde el mando de la televisión, los teléfonos, los interruptores de la luz hasta los grifos, estaban contaminados con rinovirus", señala Owen Hendley, autor principal del estudio.

Los investigadores reclutaron a personas acatarradas para pasar cinco horas despiertos en habitaciones de hotel antes de irse a dormir y dos horas despiertos en sus habitaciones durante la siguiente mañana. Los voluntarios no tuvieron visitantes y se les pidió que se lavaran las manos sólo después de utilizar el aseo. En el momento de dejar el hotel se pidió a los participantes que identificaran los objetos que habían tocado. Después de que se marcharan se evaluó la presencia de rinovirus en diez de los objetos tocados que se encontraban en la habitación del participante. El 35 por ciento de los objetos tenían restos de virus, lo que demuestra que las personas con resfriados no tienen que encontrarse presentes para que los gérmenes pervivan.

Para infectar a un individuo, los gérmenes deben alcanzar los ojos o la nariz, normalmente a través de los dedos de la propia persona. Por ello los investigadores se propusieron saber si los gérmenes que pervivían en el ambiente podían llegar desde las distintas superficies a los dedos.

Para probar esta posibilidad, los investigadores invitaron a seis de los participantes a volver al hotel varios meses más tarde. En este momento, los científicos utilizaron los virus que contenía la mucosidad tomada del paciente cuando tuvo el constipado para contaminar dos juegos de interruptores y el teléfono en dos habitaciones diferentes. En una habitación, se había permitido que estos restos contaminantes se secaran durante una hora y en la segunda habitación se habían mantenido durante una noche completa.

En el experimento se pidió a los participantes que marcaran números de teléfono y sujetaran el auricular, así como que encendieran y apagaran los interruptores. El 60 por ciento de los contactos con objetos contaminados que se habían mantenido durante una hora dio lugar a la transferencia de rinovirus a la punta de los dedos, porcentaje que descendió al 33 por ciento en el caso de la habitación que se había mantenido cerrada durante toda una noche.