Horus y Ra embellecían y protegían la salud de los antiguos egipcios

Nefertiti
Meues Museum
Actualizado: lunes, 11 enero 2010 19:19

MADRID, 11 Ene. (EUROPA PRESS) -

El llamativo y peculiar maquillaje de ojos que adorna los rostros llegados a nuestros días de la realeza del antiguo Egipto tenía un papel no sólo cosmético. Científicos franceses han descubierto que también era utilizado para prevenir o tratar enfermedades oculares actuando como desinfectante. Sus hallazgos se publican en el número del 15 de enerto de la revista Analytical Chemistry, de la American Chemical Society.

Los químicos Christian Amatore, Philippe Walter y sus colaboradores del Centro Nacional de Investigación Científica galo (CNRS) concluyen que hace miles de años los antiguos egipcios usaban sustancias basadas en mineral de plomo como cosméticos, incluido un ingrediente del maquillaje negro para los ojos. Algunos egipcios pensaban que este maquillaje jugaba una función mágica, en la que los antiguos dioses Horus y Ra protegían a quienes los lucían contra varias enfermedades. Hasta ahora, sin embargo, la ciencia moderna había negado esa posibilidad, especialmente porque las sustancias con plomo pueden resultar tóxicas.

En una investigación previa, los científicos analizaron 52 muestras de maquillaje del antiguo Egipto guardadas en el Museo del Louvre de Paris. Identificaron cuatro sustancias diferentes basadas en plomo. En el nuevo estudio, se ha encontrado que esas sustancias disparaban la producción de óxido nítrico en un 240 por ciento en células de piel cultivadas.

Los científicos modernos reconocen que el óxido nítrico es una agente sañalizador clave en el cuerpo humano. Sus funciones incluten el refuerzo del sistema inmune para luchar contra la enfermedad. Las infecciones oculares causadas por bacterias pueden ser un serio problema en áreas tropicales como el Nilo en época de inundaciones.

De esta forma, los egiupcios antiguos pueden haber utilizado de forma deliberada esos cosméticos para ayudar a prevenir o tratar enfermefdades de los ojos, según sugieren los investigadores, que explican que dos de los compuestos examinados no se producen de forma natural y tuvieron que ser sintetizados por los 'químicos' de la época.