CAMPANILLAS (MALAGA), 21 May. (EUROPA PRESS) -
Un informe elaborado por la Unión Mundial para la Conservación de la Naturaleza (UICN) advierte del "declive" de los peces continentales en el Mediterráneo ya que esta publicación ha revelado que siete especies están extinguidas y una, extinguida en estado salvaje.
Así, según los datos del informe consultado por Europa Press, las especies extintas son un pez endémico del lago Hula en Israel, la Tristamella intermedia; la magdelainae Tristamella; los parientes de la carpa Alburnus akili en Turquía y Telestes ukliva de Croacia; la Chondrostoma scodrense, la mirogrex hulensis y el Salmo pallary a los que se suma la Acanthobrama telavivensis, extinta en estado silvestre.
El informe, facilitado a Europa Press, es fruto de un taller de evaluación regional de cinco días de duración que se realizó en Málaga en diciembre de 2004 y en el que participaron un grupo de ictiólogos de la región mediterránea, así como expertos del programa de Evaluación de la Biodiversidad de Aguas Dulces y del Programa de Listas Rojas, ambos de la UICN.
El número total de peces continentales endémicos analizados asciende a 253. De acuerdo con los criterios de la Lista Roja, la situación actual de dichos peces en el Mediterráneo muestra que el 56 por ciento está amenazado, de los cuales el 18 por ciento se encuentra en peligro crítico, otro 18 por ciento, en peligro, y un 20 por ciento, en estado vulnerable.
El informe insiste en la idea de que se está perdiendo biodiversidad en el Mediterráneo y que, por tanto, se han de tomar más medidas con el fin de alcanzar el objetivo acordado a nivel global de reducir la tasa de pérdida de biodiversidad para el año 2010.
"Los peces continentales son indicadores del estado de salud de nuestros ecosistemas de agua dulce. La evaluación proporciona el consenso más adecuado científicamente hablando respecto al estatus de las especies en el Mediterráneo. Este informe ayudará a establecer los lugares prioritarios que han de incluirse en los programas regionales de investigación así como a la identificación de zonas de relevancia internacional desde el punto de vista de la biodiversidad", comenta el director del Centro de Cooperación del Mediterráneo de la UICN, Jamie Skinner.
La mayor concentración de peces continentales mediterráneos endémicos que están amenazados se encuentra en el Bajo Guadiana, en el sur de España y Portugal, que reúne más de 11 especies endémicas de peces. Otras zonas que se han identificado como de relevancia por su endemismo y por la situación de las especies amenazadas endémicas son la rivera del río Po en el norte de Italia, la parte baja del río Orontes, en el sureste de Turquía, y, por último, el lago Kinneret en Israel.
AMENAZAS
Según revela el informe, la contaminación y la extracción de agua constituyen las dos grandes amenazas actuales para el futuro de estos peces. No obstante, se subrayaron otros elementos perjudicables intrínsecos como la restringida variedad de especies (a menudo se ciñe a un solo sistema fluvial), la limitada dispersión, las especies invasoras y la construcción de embalses.
La UICN advierte que los ríos mediterráneos precisan medidas para conseguir una gestión integrada que mejore la calidad (contaminación) y cantidad (régimen estacional) de sus aguas, "ya que, en numerosos países, se les otorga a los valores naturales de nuestros ríos un papel secundario como abastecedores de agua o bien como receptores de nuestra contaminación urbana y agrícola".
Para la entidad, en estos momentos, el reto consiste en garantizar que la información obtenida y presentada en este informe y en la base de datos Scientists Information System (SIS) se encuentre disponible para los políticos y los planificadores medioambientales en un formato que se pueda integrar con facilidad dentro de los procesos de planificación de desarrollo.
Asimismo, demandó que los gobiernos a todos los niveles, tomando como base estos datos científicos, deberían emprender las acciones necesarias que contribuyan a la iniciativa de la UICN denominada 'Cuenta Atrás 2010', cuyo objetivo principal consiste en reducir de forma significativa para el 2010 la pérdida de biodiversidad tal y como acordaron las partes contratantes de la Convención sobre la Diversidad biológica.
