La inmovilización no es el único factor de riesgo de las trombosis tras viajes largos en avión, según estudio

Actualizado: viernes, 10 marzo 2006 11:00


MADRID, 10 Mar. (EUROPA PRESS) -

La baja presión y el ambiente con menos oxígeno durante los viajes en avión podrían contribuir al desarrollo de trombosis de vena profunda en algunos individuos susceptibles de desarrollar esta afección, según un estudio de la Universidad de Leiden (Holanda) que se publica en la revista británica 'The Lancet'.

Los expertos explican que estudios previos han descubierto un aumento del riesgo de entre dos y cuatro veces en el desarrollo de trombosis después de un viaje en avión, con el mayor riesgo después de vuelos más largos que tras aquellos de menor duración.

El mecanismo de la formación de coágulos durante el viaje aéreo, sin embargo, no se conoce bien. Los científicos creen que la inmovilización durante largos periodos podría ser responsable en parte, pero que otros factores específicos de un viaje de estas características podrían también contribuir.

Los investigadores midieron las concentraciones de marcadores de activación coagular en muestras de sangre de 71 voluntarios sanos antes, durante e inmediatamente después de un vuelo de ocho horas.

Para distinguir los factores específicos del vuelo de la inmovilización en solitario, compararon las concentraciones en los mismos individuos en los mismos momentos temporales durante ocho horas en las que estuvieron sentados en un cine y en el mismo espacio de tiempo pero realizando las actividades diarias habituales.

Según los científicos, el 40 por ciento de los participantes también tenían un mayor riesgo de trombosis, al ser portadores de una mutación en el gen del factor V o por tomar anticonceptivos orales.

Los autores del estudio descubrieron mayores concentraciones en los marcadores durante el vuelo en comparación con las otras dos situaciones, especialmente en voluntario con otros factores de riesgo de la trombosis.

Frits R. Rosendaal, autor principal del estudio, concluye que la activación de la coagulación se produce en algunos individuos después de un vuelo de ocho horas, indicando un mecanismo adicional a la inmovilización que subyace a la trombosis asociada al viaje en avión.