Investigadores españoles revelan que los adictos a la cocaína tienen menor estabilidad emocional y tesón

Actualizado: sábado, 22 abril 2006 12:35


MADRID, 22 Abr. (EUROPA PRESS) -

Un estudio de investigación aplicada revela que los consumidores de cocaína en activo manifiestan hedonismo así como ausencia o presencia reducida de tesón y menor estabilidad emocional y control de impulsos que aquellos adictos que se encuentran en tratamiento o en comparación con personas no consumidoras de esta droga.

Se trata de las conclusiones provisionales del proyecto 'El consumo adictivo de la cocaína: un estudio desde la Psicología Social', desarrollado por Jesús Saiz Galdós, del Departamento de Psicología Social de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), y que es uno de los dos trabajos ganadores de los VI Premios de Investigación de Drogodependencias de la Comunidad de Madrid, seleccionados de los ocho que en total se presentaron a la convocatoria, correspondiente a 2005.

El otro proyecto galardonado, aún en fase de pleno desarrollo, lleva la firma de Emilio Ambrosio Flores, de la Fundación General de la UNED, y de María Luisa Soto Montenegro, de la Fundación para la Investigación Biomédica del Hospital Gregorio Marañón, y pretende determinar con técnicas de neuroimagen los daños generados por la ingesta regular de drogas de diseño en el cerebro de ratas.

Los premios, que fueron entregados hoy en un acto presidido por la viceconsejera de Calidad Asistencial, Salud Pública y Consumo, Belén Prado, y el gerente de la Agencia Antidroga, Manuel Molina, están dotados con 30.000 euros (10.000 para el referido a la adicción a la cocaína y los 20.000 restantes, para el de las drogas de síntesis).

En su intervención, Prado destacó el "alto nivel" de la investigación en prevención de drogodependencias de la Comunidad de Madrid, una región "pionera" en un ámbito como el de las adicciones, al que se refirió como "un fenómeno complejo", que no tiene "una única causa ni una única solución" pues en él intervienen, muy a menudo, factores sociales y familiares.

La investigación que estudia la dimensión psicosocial del consumo de cocaína se basa en la aplicación de cuestionarios a tres grupos de sujetos: 210 adictos a la cocaína que están en programas de rehabilitación en la Comunidad de Madrid; otros 210 consumidores activos, esto es, que no están en tratamiento; y un número idéntico de personas que nunca han consumido esta sustancia estupefaciente.

Además, se harán 15 entrevistas en profundidad realizadas con adictos.

El psicólogo Jesús Saiz Galdós advirtió unos "niveles preocupantes" de consumo de cocaína en España y la región madrileña.

No en vano, nuestro país es el segundo del mundo en consumo de esta droga, sólo por detrás de Estados Unidos, aseguró.

De acuerdo con los últimos datos actualizados de la Agencia Antidroga, correspondientes a 2003, el 1 por ciento de los madrileños de entre 15 y 64 años de edad --unas 40.000 personas-- consume cocaína de forma habitual, y la edad media en que se toma la primera dosis es de 15,8 años. Además, el año pasado esta sustancia fue causa directa o indirecta de 3.300 urgencias hospitalarias en la región.

Aparte de las conclusiones antes destacadas de este proyecto, que han sido extraídas sobre el 85 por ciento de la muestra de análisis, el investigador de la UCM apuntó que en los adictos en tratamiento se observa un aumento de la seguridad y de la conformidad, y que los consumidores activos "creen tener control sobre la sustancia".

Por su parte, la investigación 'Neuroimagen molecular del daño cerebral producido por drogas de síntesis' se está realizando con técnicas de neuroimagen no invasivas, que no requieren sacrificar a los animales que se emplean, en este caso ratas en edad adolescente, subrayó María Luisa Soto Montenegro, del Hospital Gregorio Marañón.

El objetivo es evaluar los cambios funcionales cerebrales producidos por el éxtasis y la metanfetamina a corto y largo plazo, consumidos de forma independiente o cuando ambas drogas son combinadas, tanto a nivel funcional como anatómico-estructural.

También pretende medir los daños producidos en otros órganos corporales y determinar si todas las alteraciones originadas por estas drogas son reversibles o no.

El otro autor del proyecto, Emilio Ambrosio Flores, de la Fundación General de la UNED, precisó que se proponen medir los cambios que se producen en el metabolismo cerebral cuando se regula la ingesta de las drogas de diseño, y estimó que en varios meses tendrán resultados concluyentes.

En relación con este tipo de sustancias, la jefa del Servicio de Evaluación de la Agencia Antidroga, Ana Ruiz, apuntó a Europa Press que la Comunidad de Madrid registra niveles de consumo de éxtasis similares al resto de España. En concreto, se calcula que un 3 por ciento de los jóvenes de entre 14 y 18 años lo han probado y que los consumidores en esa franja de edad representan el 0,7 por ciento.

Se trata de porcentajes de incidencia bajos, según Ruiz, también reflejados en los partes de urgencias hospitalarios, pero en todo caso peligrosos. Así, advirtió de que en esos pacientes los daños que causan las drogas de diseño son "muy serios", a veces tras haber ingerido una sola dosis, y casi todos ellos con resultado de muerte.