El Laboratorio Subterráneo de Canfranc cumple 25 años

Actualizado: martes, 19 enero 2010 13:14

CANFRANC (HUESCA), 19 Ene. (EUROPA PRESS) -

El Laboratorio Subterráneo de Canfranc (LSC) afronta este enero su 25 aniversario con el objetivo de ampliarse a nuevas disciplinas para poder así incrementar su capacidad.

Según indicó el director asociado del Laboratorio, José Ángel Villar, en declaraciones a Europa Press, el centro "está consolidado como laboratorio, lo que supone una etapa logística en su desarrollo, pero no la única". Por ello, a partir de ahora, el LSC pretende "incentivar la posibilidad de dar un servicio científico con disciplinas como la astrofísica nuclear".

A día de hoy, sus principales actividades se centran en la física de neutrinos "para ahondar en cómo es la naturaleza y masa de una partícula que todavía hoy se desconoce" y la física de astropartículas para la búsqueda de candidatos a la materia oscura del universo.

"Hoy en día se mantienen las actividades de ambos campos, que son los que motivaron el inicio del laboratorio, pero se quieren abrir las instalaciones a otras disciplinas para que especialistas de ámbitos que no sean necesariamente la física y que necesiten espacios subterráneos puedan utilizarlas", sostuvo.

El Laboratorio Subterráneo de Canfranc es una instalación dedicada a la ciencia subterránea, gestionada por un Consorcio formado por el Ministerio de Ciencia e Innovación, el Gobierno de Aragón y la Universidad de Zaragoza. El de Canfranc es el segundo laboratorio subterráneo más grande de Europa, después del Gran Sasso, en Italia.

BALANCE "MUY POSITIVO"

Villar mostró su satisfacción a la hora de hacer un balance "muy positivo" de sus 25 años de andadura, pues indicó que cuando los investigadores de la Universidad de Zaragoza entraron en el antiguo túnel ferroviario del Somport en 1985 --ya en desuso-- buscando la posibilidad de alojar experimentos, "por muy optimistas que fuéramos nunca esperábamos que se iba a convertir en lo que es hoy".

De hecho, en la actualidad es el único laboratorio español de estas características, está reconocido internacionalmente y cuenta con la calificación de Instalación Científica y Tecnológica Singular, otorgada por el Ministerio de Educación y Ciencia, "además de ser un punto científico de primer orden con el desarrollo de investigaciones líderes en su momento".

Las galerías para experimentos --en sus inicios eran de doce metros y ahora superan los 1.600-- están excavadas en la roca a 850 metros de profundidad, debajo de la Montaña del Tobazo, en la vertiente española del Pirineo aragonés.

La montaña filtra la radiación cósmica creando el "silencio cósmico" necesario para la investigación de sucesos naturales particulares como son la colisión con un átomo de neutrinos provenientes del cosmos o con partículas de la invisible "materia oscura", que conforma el 85 por ciento de la masa del Universo.

El LSC se encuentra cerrado de forma temporal, después de que tuviera lugar un desprendimiento, si bien prevé abrir sus puertas para volver a albergar experimentos después del verano. Según aclaró José Ángel Villar, el desprendimiento se corrigió cuando ocurrió, hace tres años, pero se aprovechó este hecho para reforzar las estructuras y así incrementar la seguridad de las instalaciones.

La obra de refuerzo de la cúpula de hormigón se entregó el pasado mes de diciembre y ahora se trabaja en la reposición de la estructura eléctrica y de ventilación, que se prevé terminar antes de la época estival. "Después necesitamos un tiempo para reordenar el laboratorio" y vuelva a albergar proyectos después de verano.

De manera paralela, Villar informó de que se está acometiendo la obra de construcción de un edificio externo, ubicado en el propio pueblo de Canfranc, que servirá para alojar oficinas y despachos, que se prevé que esté listo a finales de año.