MADRID, 7 Feb. (EUROPA PRESS) -
Los problemas de mala conducta infantil, como saltarse las clases, escaparse de casa, mentir a los padres o acosar a otros niños, podrían ser una herencia genética de los padres y no una consecuencia de los problemas de convivencia de éstos, según un estudio dirigido por la Universidad de Virginia. Las conclusiones de la investigación se publican en la revista 'Child Development'.
En la investigación participaron 1.045 gemelos y sus 2.051 hijos. Algunos de los padres eran gemelos idénticos y compartían todos los genes y otros eran mellizos y sólo compartían la mitad de ellos.
El estudio descubrió que las peleas que se producen entre padre y madre no parecen ser la causa de los problemas de conducta de sus hijos. Por otro lado, los genes de los padres influyeron en la frecuencia en la que discutían con sus esposas y estos mismos genes, al pasar a sus hijos causaban más problemas de conducta.
Según explica K. Paige Harden, profesora de Psicología de la Universidad de Virginia y directora de la investigación, "este estudio sugiere que los conflictos maritales no son la causa principal sino que ésta se encuentra en los genes".
Para Harden, estos descubrimientos tienen implicaciones en el tratamiento de los problemas de la conducta, ya que centrarse en los padres de los niños, como suele hacerse en las terapias de familia, podría no ser tan eficaz como considerar al niño el objeto principal de la terapia.
