CORIA (CÁCERES), 30 Jul. (EUROPA PRESS) -
El pequeño Juan Andrés tiene apenas un mes de vida y ya es un adicto a los masajes de su mamá. Nada más sentir el aceite infantil que su madre usa antes de cada sesión, comienza a sonreír y le inunda una sensación de bienestar y relajación.
Descansa mejor e incluso solventa los problemas de gases que hasta hace muy poco le molestaban, subraya la matrona del centro de salud de Coria, María José Rey, que promovió la iniciativa de un curso de masajes para bebés.
Su objetivo es que las mujeres que durante algunos meses han acudido a clases preparatorias del parto, y a las que ya se les ha enseñado cosas tan básicas como bañar o limpiar a sus bebés correctamente, pudieran continuar aprendiendo a dar salud a sus hijos.
La idea ha tenido un enorme éxito, ya que la totalidad de madres que participan en los cursos preparatorios al parto acuden después con sus bebés a sus clases. Según explica Rey, estos masajes son beneficiosos para el sistema circulatorio inmunitario, para el sistema muscular y, además, les relaja, ayuda a expulsar los gases e "incluso cuando le salen los dientes les alivia el dolor".
Para esta profesional, los masajes no son tan sólo una terapia ante algún tipo de problema, sino que también se pueden hacer a modo de prevención.
EN 10 MINUTOS
Las madres están muy satisfechas con el resultado, ya que es una actividad que les ocupa tan sólo unos 10 ó 15 minutos para evitar que los niños se cansen, se relajen y creen "una relación más afectiva" entre madre e hijo, comenta Raquel Martín, madre de Juan Andrés, a Europa Press.
Además de ser beneficioso para los bebés, los masajes también son beneficiosos para los padres, ya que los pequeños duermen mejor y ello se transforma en algunas horas de sueño más para los adultos.
