Un método permite introducir mediante catéter un dispositivo que cubre orificios cardiacos

Actualizado: jueves, 10 mayo 2007 16:21


MADRID, 10 May. (EUROPA PRESS) -

Investigadores de la Clínica Mayo han probado una nueva técnica de cateterismo para cubrir orificios en el corazón que podría evitar a muchos pacientes la cirugía y a otros recuperar fuerza suficiente para superar procesos quirúrgicos posteriores. Las conclusiones de su estudio se han hecho públicas durante las sesiones científicas anuales de la Sociedad Cardiovascular de Angiografía e Intervenciones que se celebra estos días en Orlando (Estados Unidos).

Este "parche" cardiaco permitió cerrar defectos en la pared que existe entre los ventrículos derecho e izquierdo en casi todos los pacientes, permitiendo a la sangre circular de forma normal de nuevo y revitalizar la circulación de regreso a los pulmones. Después de la recuperación, los pacientes pudieron regresar a su vida cotidiana.

Según Matthew W. Martínez, uno de los autores del trabajo, los pacientes con este problema cardiaco pueden tener graves complicaciones y el procedimiento supone una alternativa para aquellos que están demasiado enfermos para someterse a una operación o no quieren hacerlo.

Los investigadores evaluaron los registros médicos de 10 pacientes tratados con esta técnica entre 1995 y 2005. De ellos, cinco pacientes sufrieron la ruptura de la pared ventricular o septum debido a un ataque cardiaco. En los otros cinco pacientes la existencia de estos defectos derivaba de anteriores cirugías cardiacas. Estas anomalías cardiacas provocaban en los pacientes problemas que les impedían respirar de forma adecuada y mantener una actividad reducida.

La técnica consiste en la implantación a través de un catéter de un minúsculo "parche" compuesto por dos discos conectados mediante un eje grueso. Los discos están fabricados en nitinol flexible y cubierto por un poliéster que promueve el crecimiento del tejido sobre los discos para que sean cubiertos por completo durante la cicatrización.

El procedimiento resultó tener éxito en todos los pacientes intervenidos y no presentó complicaciones. Uno de los pacientes falleció cinco días después pero por causas ajenas a la intervención. En dos pacientes, el orificio no sanó por completo provocando daños en las células sanguíneas. Un tercer paciente desarrolló una infección bacteriana que comenzó varios meses después de la implantación del dispositivo. El parche se eliminó y los otros tres pacientes pasaron por cirugía cardiaca.

Incluso en estos casos, el parche consigue su propósito al permitir a los pacientes recuperar suficiente fuerza para superar la cirugía, señala Martínez. El especialista indica que para algunos pacientes la cirugía es la única solución a largo plazo y que este método permite que alcancen en buen estado el momento de someterse a la operación.