MADRID, 17 Feb. (EUROPA PRESS) -
Las mujeres jóvenes fuman más que las adultas, según sugiere un estudio de los Centros de Control y Prevención de la Enfermedad de Atlanta (Estados Unidos) que se publica en la edición digital de la revista 'The Lancet'. Los investigadores señalan que en muchas regiones del mundo, la diferencia en el tabaquismo de chicos y chicas es más reducida de lo que se esperaba y que es aún menor que entre hombres y mujeres adultos.
En una encuesta global sobre tabaco y juventud los científicos entrevistaron a unos 750.000 estudiantes de entre 13 y 15 años procedentes de 131 países, la Franja de Gaza y Cisjordania sobre el consumo de tabaco. Descubrieron que cerca del 9 por ciento de los estudiantes eran fumadores y que el 11 por ciento consumía productos de tabaco diferentes a los cigarrillos.
Los investigadores también descubrieron que la diferencia entre chicos y chicas en el consumo de tabaco es menor que entre hombres y mujeres adultos. Casi uno de cada cinco jóvenes que nunca habían fumado informó de que quizá fumaran en el siguiente año, más de cuatro de cada diez estudiantes mostró una alta exposición al humo del tabaco en casa, y cinco de cada diez sufrían una alta exposición también en lugares públicos.
Según Charles Warren, autor principal del estudio, el consumo de tabaco es el principal factor en el mundo que contribuye a muertes por enfermedades crónicas y los resultados de la investigación sugieren que las advertencias actuales de que la cantidad de víctimas anual se doblará hasta los 10 millones en el año 2020 podrían ser una estimación moderada. La verdadera mortalidad derivada del consumo de tabaco podría ser incluso superior al tener en cuenta el consumo de tabaco no procedente de cigarrillos y las altas tasas de tabaquismo entre las chicas jóvenes.
Según Warren, la reducción del consumo de tabaco requerirá mayores esfuerzos para prevenir la iniciación y promover el fin del hábito entre la gran proporción de personas jóvenes que ya consumen tabaco.
La alta exposición pasiva al tabaco sugiere la necesidad de que los países aprueben políticas fuertes y eficaces de espacios libres de humo.
