Una nariz electrónica predice si un olor será agradable

Nariz Electrónica
NASA
Actualizado: viernes, 16 abril 2010 15:38

MADRID, 16 Abr. (EUROPA PRESS) -

Científicos del Instituto de Ciencia Weizmann y del Centro Médico Edith Wolfson en Israel han 'entrenado' un sistema electrónico para predecir el agrado ante nuevos olores, tal y como lo percibiría un humano. Los investigadores, que publican su trabajo en la revista 'PLoS Computational Biology', muestran que en parte la percepción de lo agradable de un olor es en parte algo innato y que transciende a las culturas y contextos.

Los investigadores explican que durante la pasada década se han desarrollado dispositivos electrónicos conocidos como narices electrónicas o 'e-narices' para detectar y reconocer olores. El principal componente de una nariz electrónica es un conjunto de sensores químicos. A medida que un olor pasa a través de esta e-nariz, sus características moleculares estimulan los sensores de tal manera que se produce un patrón eléctrico único, o huella odorífera, que caracteriza a ese olor específico.

Como el olfateo de un perro, una nariz electrónica necesita primero entrenarse con muestras de olor para construir una base de datos de referencia. Pero a diferencia de los humanos, si a las narices electrónicas se les presenta un nuevo olor no registrado en su base de datos, no pueden clasificarlo o reconocerlo.

Los científicos decidieron enfrentarse a este tema desde una perspectiva diferente, entrenando a la e-nariz para estimar el olor a lo largo de un eje de agrado en el olor, es decir, entrenaron a su nariz electrónica para predecir si un olor sería percibido como agradable o desagradable o a un nivel intermedio.

Los autores explican que lo que convertía en único a este método era que en vez de aprender objetos de olor singulares como 'rosa' o 'mofeta', su nariz electrónica aprendía un eje y podía situar nuevos objetos en cualquier lugar del eje aprendido.

Los científicos pidieron a un grupo de voluntarios israelitas que tasaran lo agradables que eran una selección de olores según una escala de 30 puntos que iba desde 'muy agradable' a 'muy desagradable'. A partir de esta base de datos, desarrollaron un algoritmo de 'agradabilidad de olor', que después programaron en la e-nariz.

Los investigadores entonces plantearon a la nariz electrónica que predijera lo agradable que era un conjunto completo de olores. Los científicos descubrieron que la e-nariz podía generalizar y tasar lo agradable de nuevos olores que nunca habían olido y estas tasas eran en un 80 por ciento similares a las de los participantes humanos. Además, si los olores eran clasificados sólo como 'agradables' o 'desagradables', la exactitud de la e-nariz alcanzaba un 99 por ciento.

Para evaluar si la percepción olfativa es específica de la cultura, los científicos evaluaron las predicciones de la nariz electrónica frente a un grupo de inmigrantes recientes de Israel desde Etiopía. Los resultados mostraron que la capacidad de la nariz electrónica para predecir lo agradable de los nuevos olores frente a la de los etíopes era igual de buena, incluso aunque estaba 'modulada' sobre el agrado percibido por los israelitas. Esto sugiere una similitud transcultural fundamental en lo agradable de los olores.