MADRID, 26 Jul. (EUROPA PRESS) -
Los niveles reducidos de estrógeno son un factor de riesgo de la osteoartritis de rodilla en mujeres, según un estudio de la Universidad de Michigan en Ann Arbor (Estados Unidos) que se publica en la revista 'Arthritis & Rheumatism'.
Los expertos explican que la osteoartritis, que suele desarrollarse entre los 40 y 50 años, es más prevalente en las mujeres. Se cree que las hormonas sexuales podrían participar en el desarrollo de la enfermedad, ya que pueden estar involucradas en la inflamación de los tejidos afectados.
Los investigadores examinaron el estradiol, el principal estrógeno en las mujeres premenopáusicas y en aquellas que se encuentran en un periodo inmediatamente anterior o posterior a la menopausia, junto con dos de las hormonas en las que se descompone, para determinar si sus niveles están asociados con un mayor riesgo de desarrollar osteoartritis en las mujeres.
En el estudio participaron 842 mujeres que pasaron por pruebas de rayos X anuales de ambas rodillas junto con análisis de los niveles en sangre del estradiol y los niveles en orina de 2-hidroxiestrona y 16á-hidroxiestrona, dos metabolitos del estrógeno. Los pacientes fueron entrevistados en lo referente al dolor, salud y el estilo de vida y recibieron seguimiento durante tres años.
Los resultados muestran que las mujeres que desarrollaron osteoartritis de rodilla durante el periodo de estudio tuvieron mayores probabilidades de concentraciones de estradiol y niveles en orina de 2-hidroxiestrona en el tercer nivel más bajo de la población del estudio, y una tasa superior de 2-hidroxiestrona y 16á-hidroxiestrona, incluso después de tener en cuenta otros factores de riesgo.
Los autores creen que el papel de las concentraciones superiores de 2-hidroxiestrona en el retraso del desarrollo de la osteoartritis de rodilla podría desarrollarse a través del metabolismo del ácido araquidónico, un componente a partir del que se producen las células implicadas en la inflamación, ya que los metabolitos del estrógeno poseen una participación importante en este mecanismo.
Según los investigadores, dada la fuerte asociación entre los niveles reducidos de estradiol y 2-hidroxiestrona con más osteoartritis de rodilla, si los descubrimientos se confirman ayudarían a motivar nuevas aproximaciones terapéuticas. Si el mecanismo subyacente recae, al menos en parte, en el metabolismo del ácido araquidónico asociado al dolor y la inflamación se podrían considerar estilos de vida alternativos y tratamientos para influir en estos metabolitos, concluyen los autores del estudio.
