Las personas que nunca han contraído matrimonio tienen un 58% más de riesgo de morir antes que las casadas

Actualizado: jueves, 10 agosto 2006 17:00


MADRID, 10 Ago. (EUROPA PRESS) -

Las personas que nunca han contraído matrimonio tienen un 58 por ciento más de riesgo de morir antes que las casadas, según un estudio de la Universidad de California en Los Ángeles (Estados Unidos) que se publica en la revista 'Journal of Epidemiology and Community Health'. Los hombres no casados en ninguna ocasión fueron más vulnerables que las mujeres en la misma situación y aquellos varones con entre 19 y 44 años fueron dos veces más propensos a morir que sus homólogos de la misma edad.

Los descubrimientos están basados en un censo nacional y datos de certificación de mortalidad de casi 67.000 adultos de los Estados Unidos del periodo comprendido entre los años 1989 y 1997.

En 1989 casi uno de cada dos personas de la muestra estaban casadas y casi una de cada diez eran viudas. Alrededor del doce por ciento eran divorciados y un tres por ciento se encontraban separados. Del resto, un cinco por ciento cohabitaba y uno de cada cinco nunca se había casado.

La edad más avanzada y la peor salud predijeron, como cabía esperar, la mortalidad en 1997, pero el matrimonio también se asoció con una vida más larga. Después de tener en cuenta la edad, estado de salud y varios factores que podían influir en estos descubrimientos, los viudos fueron casi un 40 por ciento más propensos a morir entre 1989 y 1997. Aquellos divorciados o separados fueron un 27 por ciento también más propensos a fallecer.

Pero aquellos que nunca habían estado casados fueron un 58 por ciento más propensos a morir durante este periodo que aquellos que se habían casado y vivían con su cónyuge en 1989. La "penalización" para aquellos que nunca se habían casado fue mayor para aquellos con buena salud y menor en aquellos con peor estado físico, así como superior en mujeres que en hombres.

En el caso del grupo de edad más joven, la principal causa de mortalidad entre los que no se habían casado fueron las enfermedades infecciosas y los factores externos. En la mediana y tercera edad los principales motivos de fallecimiento eran las enfermedades cardiovasculares y crónicas.

Según los investigadores, las conductas de riesgo no pudieron explicar las diferencias ya que el grupo de los no casados sólo era ligeramente más propenso a fumar que el de los casados y eran menos dado a beber alcohol de forma regular. También realizaban un poco más de ejercicio y tenían menos sobrepeso.

Los autores señalan que el matrimonio es una especie de intermediario de la interrelación social y sugieren que no haberse casado nunca podría estar asociado con un mayor aislamiento.