Los primeros valles glaciares cantábricos datan de hace 444 millones de años

VALLES, BOSQUE, NATURALEZA, MONTAÑAS
CSIC
Actualizado: jueves, 18 marzo 2010 13:24

MADRID, 18 Mar. (EUROPA PRESS) -

La glaciación ordovícica ocurrida hace 444 millones de años en el polo sur del antiguo macrocontinente de Gondwana, que originó una extinción en masa mayor aún que la que hace 65 millones de años acabó con los dinosaurios y los ammonites, parece que llegó hasta lo que ahora se conoce como Europa, según un estudio del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) que acaba de publicarse en la revista Geology.

El geólogo del CSIC Juan Carlos Gutiérrez-Marco lidera el trabajo que ha presentado la primera evidencia científica de este fenómeno: el descubrimiento de los primeros valles glaciares en León y Asturias (en la imagen), contemporáneos a la gran glaciación con la que culmina el Ordovícico, en el llamado periodo Hirnantiense.

Las obras de la Línea de Alta Velocidad Norte II, en el túnel ferroviario de Pajares, entre Asturias y León, permitieron el descubrimiento de depósitos glaciomarinos ordovícicos desconocidos en la cordillera cantábrica. "Tras los hallazgos del túnel, fuimos a la montaña para explorar con otra mirada lo que los mapas y muchos geólogos descartaban, y allí estaba lo que buscábamos: rocas glaciares del Ordovícico Superior en Telledo, Asturias, y al sur del puerto de Pajares, en Casares de Arbás y Pontedo, en León", explica Gutiérrez-Marco.

Esta nueva visión geológica posibilitó descubrir los antiguos valles glaciares, de hasta 250 metros de profundidad y de uno a tres kilómetros de ancho, rellenos por areniscas y pizarras con cantos, recubiertos por lo general por una capa de cuarcita depositada en ambientes marinos muy poco profundos, al acabar la glaciación.

Según el investigador del CSIC, "lo encontrado no sólo demuestra que existían depósitos glaciares ordovícicos, sino que el proceso de incisión erosiva, que dio lugar a los valles, tuvo que realizarse forzosamente bajo una espesa capa de hielo acumulado por encima". Asimismo, señala que "aunque ahora vemos las secciones de estos paleovalles en las montañas cantábricas, por su morfología y materiales de relleno resultan ser muy similares a los valles subglaciares de Argelia, Libia y Mauritania, en su día excavados bajo un casquete de hielo de entre uno y tres kilómetros de grosor".

LA PENÍNSULA IBÉRICA, FRENTE A LIBIA Y EGIPTO

Los autores del artículo plantean que la Península Ibérica tuvo que estar físicamente conectada con las áreas emergidas del macrocontinente de Gondwana durante la glaciación ordovícica. Estudios previos de Gutiérrez-Marco postularon que los territorios ibéricos se situaban en el Ordovícico a la altura de Libia y Egipto, en vez de frente a la costa atlántica actual de Marruecos y el Sáhara Occidental, como afirman muchos autores anglosajones.

"El descubrimiento e interpretación de estos valles subglaciares tiene repercusión a nivel mundial, por los datos que aportan a la reconstrucción paleogeográfica de la Europa perigondwánica, a la dinámica y alcance de la glaciación ordovícica, y a sus implicaciones en el marco de la prospección petrolífera en el norte de África y Arabia, donde las rocas que almacenan muchos depósitos de crudo y gas son, precisamente, las areniscas que rellenan sucesivos ciclos de paleovalles excavados a finales del Ordovícico", concluyó Gutiérrez-Marco.