Sierra Morena se postula como principal núcleo mundial de águila imperial

Actualizado: lunes, 27 marzo 2006 19:19


SEVILLA, 27 Mar. (EUROPA PRESS) -

Los montes de Sierra Morena se postulan como el principal núcleo mundial de población de águila imperial ibérica (Aquila adalberti) una vez se ha percibido en este paraje un aumento de la actividad reproductora de esta especie, cuya población ha pasado en Andalucía de las 28 parejas censadas en el año 2000 a 52 censadas en 2005, según han constatado técnicos de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía.

El águila imperial ibérica es el águila más amenazada de Europa y una de las cuatro aves de presa más escasas del Planeta, por lo que está catalogada en la comunidad andaluza como en peligro crítico de extinción. De distribución exclusivamente ibérica, Andalucía alberga la cuarta parte de la población, repartida por Sierra Morena y las marismas del Guadalquivir.

Así, fuentes de la Consejería de Medio Ambiente informaron a Europa Press que de las 42 parejas censadas el año 2005 en Sierra Morena, 36 han iniciado las tareas reproductivas, consiguiendo sacar adelante un total de 54 pollos. Destacaron por este motivo el aumento del número de nacimientos frente a temporadas de cría anteriores y, lo que es más importante, la reducción a la mitad de la mortalidad de estas aves.

Las tormentas puntuales que azotaron los nidos, donde anidaban pollos de águila aún muy pequeños, fueron las principales causas del fracaso de algunas parejas y su puesta, según ha conocido los profesionales dedicados al seguimiento de estas poblaciones silvestres.

Las actuaciones realizadas en el marco del Programa de Actuaciones para la Conservación del Águila Imperial Ibérica en Andalucía provocaron la mejora de los resultados de la reproducción y del asentamiento de nuevas parejas. Consistieron en el seguimiento de la reproducción y vigilancia de nidos; la restricción al acceso a las áreas de nidificación; la reparación y construcción de nidos nuevos para evitar que caigan al suelo o los aportes de alimentación suplementaria a 15 parejas todos los años.

También la corrección de tendidos eléctricos peligrosos para las águilas en las áreas de dispersión juvenil; la mejora del hábitat de la especie y repoblaciones con conejos, su principal presa, ya que la disminución de este recurso alimenticio es uno de los factores que limita la recuperación de las poblaciones de águila imperial.

En este sentido, la Administración andaluza ha promovido acuerdos de gestión en fincas privadas para la conservación de fauna amenazada entre las que, además del águila imperial se encuentran otras especies protegidas, rondando las 500.000 hectáreas conveniadas en Andalucía.

EMISOR DE RADIO PARA LOS JOVENES

Para conocer los lugares que frecuentan los ejemplares juveniles, se ha provisto a 40 pollos de un emisor de radio que permite su localización por técnicos especializados, ya que es en esos lugares donde se produce la mayoría de las muertes y asÍ poder corregir las causas que las provocaron.

No obstante, a pesar de esta tendencia ascendente, las amenazas para la especie que provocaron su declive aún no han terminado de desaparecer, lamentaron desde la Consejería. El uso de cebos envenados en cotos de caza menor afecta sobre todo a los juveniles en sus movimientos dispersivos. De hecho, la mortalidad juvenil sigue siendo un gran problema para la especie, pues a pesar de su alta productividad no se corresponde el número de pollos que consiguen volar con la formación de nuevas parejas.

En este sentido, continuando con la medida pionera ya iniciada el 2002 y realizada conjuntamente por la Consejería de Medioambiente y la Estación Biológica de Doñana (CSIC), en 2005 se incorporaron cinco nuevos pollos al plan de reintroducción del águila imperial en la comarca de la Janda (Cádiz).

Estos pollos proceden de nidos de Sierra Morena y son integrados en la zona mediante la técnica de hacking o cría campestre. El objetivo de este plan es la creación de un nuevo núcleo de cría ante la dificultad que tiene la especie de colonizar nuevos territorios, ya que las parejas nuevas que se han formado lo han hecho siempre en el entorno de otras ya existentes, incluso en hábitats nada favorables.