TERUEL, 6 Mar. (EUROPA PRESS) -
Territorio Dinópolis inició el pasado sábado su sexta temporada. Este complejo se compone de un gran parque paleontológico en Teruel capital y cuatro innovadores museos ubicados en otras en Peñarroya de Tastavins, Galve, Rubielos de Mora y desde el próximo mes de abril Castellote.
Las instalaciones de Dinópolis, el parque museo paleontológico de Teruel, están diseñadas para que el visitante se traslade en el tiempo nada más cruzar la puerta de entrada.
El recorrido comienza precisamente entrando a formar parte del experimento del doctor Dinópolis para llevar a sus viajeros al momento en que el que se originó el Universo. Este trayecto se realiza a través de un vehículo que recorre un espacio tematizado y lleno de efectos especiales y animatrónicos.
La otra gran atracción es el T-rex, uno de los animatrónicos más sofisticados del mundo. La tecnología japonesa ha conseguido recrear con asombrosa precisión un Tyrannosaurus Rex que se convierte en el protagonista de un espectáculo creado para dar a conocer cómo fue el mundo que habitaron estos animales y para fomentar el asombro que suscitan hoy en día. El cine en tres dimensiones completa la oferta de ocio en la que en la que intervienen las nuevas tecnologías.
El Museo Paleontológico de Teruel, con una excepcional representación de fósiles provenientes de diversos lugares del planeta y con expectativas de desarrollo únicas en Europa, cuenta con un Laboratorio de Paleontología, en el que los visitantes pueden ver trabajar a los científicos con fósiles auténticos, con réplicas y con todo tipo de material relacionado con la investigación científica.
Este espectacular museo interactivo, con fósiles originales y réplicas del máximo interés y audiovisuales de alta calidad cuenta, entre otros elementos de primera línea, con los huesos originales del saurópodo de Riodeva (Teruel), uno de los dinosaurios más grandes encontrados nunca jamás en nuestro planeta.
Las instalaciones del museo se actualizaron en 2005 con una inversión de 300.000 euros para mejorar su interactividad. Se han incorporado recreaciones virtuales, juegos e imágenes 3-D para llevar al visitante desde el antiguo continente de Pangea, hasta el hábitat de antiguos mamíferos, viajando por los mares Cretácicos o descubriendo el origen de los excepcionales yacimientos de Riodeva.
La Sala del Mundo Acuático contiene algunos de los fósiles de mayor valor científico del museo y réplicas de animales ya extinguidos que vivieron en el agua.
La Sala de los Dinosaurios es, por su espectacularidad, uno de los elementos mejor valorados por el público. Además de fósiles originales reúne varias reproducciones a tamaño natural; entre ellas, algunas de las especies más conocidas: las de un Tyrannosaurus y un Brachiosaurus. La Sala de la Extinción sirve como final del recorrido por la Era Mesozoica, explicando una de las teorías más aceptadas sobre su extinción. En ella, la estrella es el Meteorito Nantán, que cayó en China en 1516.
La Sala de los Mamíferos es la última en el recorrido del Museo.
Ésta se detiene en el momento en que se desarrollaron estos animales tras la extinción de los grandes dinosaurios y en ella se pueden ver los dos grandes esqueletos auténticos que se exponen en Dinópolis, el de un Mamut y el de un Oso de las Cavernas.
Otros atractivos del parque son las zonas de restauración, la Dinotienda y la Sala de Juegos, con un maquillador, un taller de manualidades relacionadas con la Paleontología y una serie de juegos informáticos adaptados a distintas edades.
El SaurioPark, la zona de ocio al aire libre reservada para los más pequeños, cuenta con cuatro divertidas atracciones: la Troncopista, el Iguanodon, el Brincosaurio y el Dinovivo.
LA PALEOSENDA
En 2005 Dinópolis inauguró La Paleosenda, una nueva instalación pionera en Europa que combina espectaculares juegos de madera y agua, circuitos de habilidad con zonas especialmente tematizadas y ambientadas como si de un misterioso campamento paleontológico se tratara.
Esta nueva zona de ocio, en la que el Instituto Aragonés de Fomento ha invertido 930.000 euros, cuenta con diferentes espacios dirigidos a niños de todas las edades. Desde el Gran Esqueleto, en el que los más pequeños pueden buscar los huesos de un gran dinosaurio, hasta La Sima Misteriosa, en la que deben emplear todas sus habilidades para completar el recorrido.
En una superficie aproximada de 6.000 metros cuadrados se ha simulado una gran excavación paleontológica aprovechando las oquedades y los desniveles del terreno situado justo detrás del actual edificio de Dinópolis Teruel.
En ellos, se han colocado toboganes, andamios de excavaciones con pasos de cuerdas, redes, escaleras, rampas, restos de huesos que están siendo descubiertos y un sinfín de elementos sorpresa.
No hay un recorrido preestablecido, sino que las personas que acceden a ella deben ir descubriendo los distintos elementos; de esta forma, se refuerza el efecto aventura.
Este espacio lúdico tiene además un aliciente añadido: un juego participativo ideado por el grupo de teatro del parque que sirve para que los niños que lo deseen puedan realizar un recorrido guiado.
El espectáculo, de unos 30 minutos de duración, tiene dos versiones, adaptadas para niños menores y mayores de 10 años.
Dos investigadores que estaban trabajando en el campamento han desaparecido, pero tras de si han dejado numerosas pistas que habrá que ir siguiendo hasta dar con su paradero. El juego aprovecha los elementos fijos construidos para desarrollarse.
El montaje, creado especialmente para la Paleosenda, sigue fiel a la filosofía del resto de los montajes teatrales del parque, con un alto contenido pedagógico que transmite a los más jóvenes conceptos básicos de Paleontología. Para poner en práctica el juego, se forman grupos de unos 30 niños distribuidos por edades.
