La transmisión de la enfermedad coronaria de padres a hijos es más probable desde la madre, según estudio

Actualizado: viernes, 28 abril 2006 15:48

MADRID, 28 Abr. (EUROPA PRESS) -

El riesgo de sufrir enfermedad cardiaca coronaria en sujetos con antecedentes familiares es más elevado si es la madre quien padecía la enfermedad que si era el padre el que sufría la patología, según las conclusiones de un estudio del Instituto Karolinska de Estocolmo (Suecia) que se publica en la revista 'American Journal of Preventive Medicine'.

La investigación indica que la transmisión de la enfermedad cardiaca coronaria por parte de la madre es más fuerte que la paterna y que la transmisión es incluso más fuerte si ambos padres tienen la enfermedad.

"Las decisiones sobre los tratamientos en el caso de pacientes con un riesgo intermedio de enfermedad cardiaca coronaria son a menudo difíciles, como en el caso de aquellos que están en el límite de la hipertensión o de registrar niveles elevados de grasas", explica la doctora Kristina Sundquist, del Centro de Medicina Familiar del Instituto Karoliska en Estocolmo (Suecia).

"Los análisis de riesgos incluyen una mención al historial familiar de enfermedad cardiaca coronaria, pero no tienen en cuenta necesariamente el sexo del progenitor afectado o si ambos tienen la enfermedad. Queríamos determinar alguna evidencia que pueda ayudar a determinar que estos pacientes con riesgo intermedio están expuestos en realidad a un riesgo elevado", agrega.

Para ello, la doctora y sus colegas crearon una base de datos a partir de estadísticas del Gobierno sueco, del Censo Nacional sueco, del Registro de Causas de Muerte y del Registro de Altas Hospitalarias, lo que les permitió cruzar datos de cualquier sueco o sueca nacidos a partir de 1932. En total agruparon en su base de datos 10.946 casos masculinos y 3.281 femeninos cuyos padre o madre sufría enfermedad cardiaca.

Analizando los datos, descubrieron que los hombres estaban bajo un riesgo un 55 por ciento mayor de desarrollar la enfermedad respecto a aquellos sin antecedentes familiares si su madre también la había padecido. Sin embargo, el porcentaje que bajaba hasta el 41 por ciento si era el padre quien habría sufrido la patología y superaba el 80 por ciento si los dos progenitores habían sido enfermos. Los resultados fueron similares en mujeres.