LA ESA usa el Amazonas para obtener mapas de salinidad de los océanos con el fin de mejorar la gestión hidráulica

Desembocadura del Amazonas
ESA
Actualizado: viernes, 3 septiembre 2010 13:11

MADRID, 3 Sep. (EUROPA PRESS) -

La misión Satélite de Humedad terrestre y Salinidad en los Océanos SMOS, de la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés), ha obtenido los primeros mapas de humedad del suelo y la salinidad del océano, que permitirán "avanzar en la comprensión de los procesos de intercambio entre la superficie de la Tierra y la atmósfera", así como "ayudar a mejorar los modelos meteorológicos y climáticos", aplicando los conocimiento obtenidos a la agricultura y la gestión de los recursos hídricos.

El estudio se ha centrado en la desembocadura del Amazonas, que supone un 15 por ciento de la aportación global de agua dulce en el océano, y en su 'lengua de agua dulce' que se interna en el océano. De esta forma, la misión de la ESA "ha dado otro paso adelante al conducir a una mejor comprensión de la circulación oceánica", puesto que los datos preliminares "permiten ver a los científicos cómo las corrientes de superficie afectan a la 'lengua de Amazonas' en el mar abierto", según informa el organismo.

Los datos definitivos se darán a conocer a finales de este mes y, con ellos, se podrán obtener mapas globales de humedad del suelo cada tres días y mapas de salinidad de los océanos, por lo menos, cada 30 días.

Uno de los miembros del Instituto Francés de Investigación para la Explotación del Mar, Nicolas Reul, ha señalado que "las observaciones entre mediados de julio y mediados de agosto muestran claramente cómo se transporta el agua dulce desde el río Amazonas y como la corriente fluye a través de la desembocadura del río". "Estas observaciones confirman la excelencia de los datos que ya se están recibiendo de SMOS", ha añadido.

En cuanto a la información relacionadas con la salinidad del océano, Reul ha afirmado que se trata de "uno de los pasos más importantes para rastrear el movimiento de las aguas de baja salinidad de superficie, en particular las resultantes de los grandes desembocaduras, como es el caso del Amazonas".

Por ello, ha concluido que espera que estos avances "ayuden a mejorar en gran medida el conocimiento de las condiciones que influyen en los patrones de circulación de las aguas y, por lo tanto, del clima".

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