MADRID, 1 Ago. (EUROPA PRESS) -
Un estudio multidisciplinario sobre la gran historia de las migraciones culturales concluye que, a pesar de la dependencia de las artes en el dinero, los centros culturales y los centros económicos no siempre coinciden.
Los autores de este trabajo hallaron también que el tamaño de la población de un lugar no necesariamente apunta a su atractivo cultural, informa la Universidad de Northeastern.
La cuantificación y la transformación de la historia de la cultura en una representación visual no es fácil, puesto que hay miles de historias individuales a través de miles de años a tener en cuenta y algunas condiciones históricas son casi imposibles de medir.
Para abordar este desafío, el doctor Maximilian Schich, profesor asociado de Artes y Tecnología en la Universidad de Texas en Dallas, Estados Unidos, reunió a un equipo de científicos para crear y cuantificar una gran imagen de la historia cultural de Europa y América del Norte.
Schich, un historiador del Arte que trabaja bajo el paraguas del Programa de Artes y Tecnología (ATEC, por sus siglas en inglés) de la Universidad de Texas, ha reconstruido los patrones de migración y movilidad de más de 150.000 individuos en un lapso de tiempo de 2.000 años.
Mediante la conexión de los lugares de nacimiento y muerte de cada individuo, Schich y su equipo han logrado avances en la comprensión de la dinámica cultural a gran escala, que detalla el propio equipo en un artículo que se publica este viernes en la revista 'Science'.
"El estudio dibuja un panorama muy amplio de la interacción cultural de Europa y América del Norte, que no se puede lograr de otra manera sin consultar grandes cantidades de literatura o peinar conjuntos de datos discretos", afirma Schich. "Este estudio funciona como un macroámbito", añade.
Cargando el vídeo....
El análisis cuantitativo implica datos objetivos medibles, mientras que la investigación cualitativa se basa en las cualidades "aparentes" o subjetivas. Schich y sus colegas recopilaron los datos de nacimientos y muertes de tres bases de datos para realizar un seguimiento de las redes de migración dentro y fuera de Europa y Norteamérica, revelando un patrón de las fuentes geográficas de nacimiento y de muerte.
Un hallazgo clave en el estudio, según Schich, es que los patrones fundamentales no intuitivos, incluyendo las llamadas "leyes de migración", surgen de un gran número de eventos específicos. El equipo también encontró evidencia de fluctuaciones masivas a nivel de localidades específicas individuales.
"En la práctica, esto significa que la historia cultural es tanto una disciplina de eventos, donde la investigación cualitativa se centra en lo específico, como una disciplina de ley, donde la cuantificación ayuda a comprender patrones generales", subraya Schich.
NO EXISTE UN CENTRO CULTURAL TÍPICO
Otros resultados muestran que a pesar de la dependencia de las artes del dinero, los centros culturales y centros económicos no siempre coinciden, y que el tamaño de la población de un lugar no necesariamente apunta a su atractivo cultural.
"De hecho, valores atípicos con excelente atracción cultural, como Hollywood, California, donde encontramos diez veces más muertes que nacimientos, se encuentran en todos los tamaños, desde aldeas a metrópolis", destaca Schich. Además, la distancia física media entre las ubicaciones de nacimientos y fallecimientos cambió muy poco entre los siglos XIV y XXI, desde unos 214 kilómetros a unos 382 kilometros, respectivamente.
Cargando el vídeo....
"En realidad no hay un centro cultural medio o típico --agrega Schich--. Como consecuencia de ello, los historiadores culturales realmente necesitan una cuantificación para complementar su intuición basada en la investigación cualitativa. Por otra parte, nuestros resultados también envían un mensaje a los científicos de la complejidad". Según Schich, era necesaria una "gran cantidad de conocimientos multidisciplinarios" para llegar a estos resultados.
